Quizás no cante tango, pero cocinar, cocina. El ruido del cuchillo contra la tabla de picar acompaña esta nota. Cebolla, morrón y después pollo. Malena Guinzburg prepara "un wok liviano" porque confiesa que se salió de la dieta los últimos días. El año pasado bajó de peso y se convirtió -increíblemente- en el centro de varias notas por eso. Pero no es su aspecto lo que nos convoca, sino su talento para hacer reír. La hija de Jorge Guinzburg suma logros en su carrera en televisión aportando humor a Morfi (Telefe) y sus participaciones en Comedy Central y sobre el escenario haciendo stand up, ahora con Pucha, el show humorístico que se presentará el próximo domingo 13, en el marco de la programación de Protea, y que además de Malena tiene en escena a Fernando Sanjiao, Pablo Fábregas y Diego Scott, bajo la dirección de Diego Reinhold.


"Lamento no poder quedarme, vamos con poco tiempo. Quiero pasear por San Juan, no lo conozco, es la primera vez", comentó a DIARIO DE CUYO la actriz de 39 años, que conoció el mundo de los medios de comunicación de la mano de su padre: apareció en Tru chán, el personaje de un falso ilusionista que prueba sus trucos con su hija; también estuvo como asistente en el programa radial de su padre -fallecido el 12 de marzo de 2008-, El ventilador, y también trabajó en un clásico de la tele, el ciclo de entrevistas que estrenó Guinzburg en en 1997, La Biblia y el Calefón. Su padre, el humor, el stand up. Variadito, como un wok. 

-¿Cómo es la dinámica en Pucha?


Pucha es un show de humor, donde hay stand up, que por momentos estamos juntos en el escenario, van a ver stand up, pero también coreografías, pantallas móviles. Durante una hora cuarenta se van a reir. Que no es poco.



-¿Considerás que está instalado como género el stand up?


-Creo que está en un gran momento, no creo que el stand up sea una moda que se vaya a ir; es algo que tiene para crecer, no para estancarse. Cada vez hay más jóvenes que ya vienen con una cultura de stand up, tanto internacional como local. Es muy grande lo que está pasando con el stand up.



-¿Cómo te sentís en esta vorágine?


-Súper bien. Siento que el show que tenemos, Pucha, y el grupo que tenemos está como más instalado. Tenemos un público más grande, no tan chico, pero también porque nosotros somos más grandes, la gente que se identifica con nosotros no tiene 20, tiene casi 40. No quiere decir que un pibe de 20 no pueda venir a vernos y reírse.

"Yo estoy segura que mi papá estaría súper orgulloso, porque estoy haciendo lo que me gusta".

-¿Qué les decís a los actores que no consideran al stand up como teatro?


Que es puro prejuicio en verdad. El stand up no es algo nuevo, pero sabes cómo te das cuenta que no es una novedad, que es popular... en la gente ya no me pregunta más qué es stand up, ahí te das cuenta que es algo que es masivo. Si no te seguirían preguntando cuál es la diferencia entre stand up y un monólogo. Ya nadie hace esas preguntas. 



-¿Cuánto influyó tu papá en tu carrera? 


-En que yo haya elegido esto, un montón. Más allá de lo que yo pueda ser consciente, tiene que ver con una cuestión que está en la sangre, no es sólo lo que él me transmitió. 



-Y el haber trabajado con él, ¿de qué manera te marcó?


-Un gran ejemplo de laburante, un tipo, que además como padre, obviamente no estoy exenta de la admiración que le tenía como profesional. Más que nada también por su respeto al laburo, su amor al laburo y el armado de grupos, como a veces dicen. En la tele todo es así, es envidia... yo digo, no, mi viejo fue el mejor ejemplo de que se puede laburar de una manera generosa. Ahí se la puedo refutar a cualquiera. No compro eso. 



-Y en tu humor, ¿cómo influyó?


-Evidentemente él influyó mucho más en lo que puedo ser consciente, pero no es que digo yo le copié, mucho lo debo tener en los genes. 



-Y lo que habrás absorbido también en casa...


-Sí, obvio. Mi viejo era así como se lo veía.


-¿Y vos sos así como te vemos?


Sí, soy así, como me ven, no soy es un personaje. Soy esta, pero también tengo mis malos humores, también me deprimo, pero trato de no mostrarlo. 



-Si pudieras obviar que fue tu padre, ¿creés que hay reemplazo en la tele de hoy para Guinzburg?


-Yo no puedo ser objetiva, pero para mí no hay. Así completo, como fue mi viejo, creo que no, que no hay. 



¿Qué diría tu papá de un show tuyo o de tu carrera?


Yo estoy segura que él estaría súper orgulloso, sobre todo porque estoy haciendo lo que me gusta, puedo vivir de eso, y estoy feliz haciéndolo. Ya con eso, él estaría recontra tranquilo. Él no tenía exigencias para conmigo de algo, simplemente que yo pudiera ser feliz con algo que me gustara, si él viera que lo estoy haciendo estaría más que orgulloso.


-Hablando de actualidad, un tema que separa aguas, te sumaste a los que impulsan que se apruebe la legalización del aborto. ¿Era un debate necesario?


-Hay situaciones en las que no tengo dudas, el aborto es una de ellas. Obviamente que el debate que esté abierto en la sociedad, hizo que se debatiera en el congreso, si no pasaba eso, si no empezaba por un debate más público, no se iba a debatir, fue como un apriete, no se podía dejar pasar. El aborto existe, el tema es que no haya muertes por aborto. Para mí, Educación sexual es válido. Lo ideal no es llegar al aborto, pero si deciden abortar, que lo haga en condiciones que no ponga en riesgo su vida. Ojalá que se apruebe, sería un gran avance. 


 

El dato
Pucha. Domingo 13 de mayo a las 21.30 en el Teatro Sarmiento. Entradas: platea $350 y $450; pullman $350 en boletería de la sala.