360 Tour se llama la gira de U2, que el 30 de marzo los traerá a la Argentina, precisamente al Estadio Unico de La Plata, donde tocarán esa noche, y el 2 y 3 de abril. Pero los que en verdad tienen la vida a 360 grados son los organizadores, que deben cumplir con los ¿extravagantes? pedidos del prestigioso combo irlandés, que como si fuera poco vendrá munido de sus respectivas familias. ¿Qué pidieron? ¿Sanguchitos triples y gaseosa light? No precisamente. La costosa lista de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen incluye dos aviones privados de mediana envergadura y 9 autos de lujo: tres Mercedes Benz, tres BMW y tres Chrysler.

Otra de las solicitudes que más llamó la atención fue la de 24 refrigeradores para conservar 14 mil litros de líquido. Y otros 5 freezers para 1.500 litros. ¡Y mil kilos de hielo!

Para alimentarse, consumirán carnes de todo tipo, pastas, mariscos, vinos chilenos y té de variedades. Pero lo bueno es que su propio chef se encargará de complacer sus exigentes paladares.

El camarín tampoco es tanto problema, ya que ellos traen contenedores con su propia decoración, desde mesas a percheros. Eso sí, requieren un vestuarista de gran trayectoria y unos 15 traductores, más una secretaria bilingüe.

Según apuntó El Cronista, en el estadio quieren una gran carpa para 300 invitados VIP. Otras exigencias fueron 75 celulares Blackberry con llamadas internacionales; unos 6 u 8 guardias aparte de los que traen cada uno de ellos; un quiropráctico y un masajista aparte del de ellos; 350 toallas largas blancas; 12 carros tipo campo de golf para trabajar; 4 botellas de oxígeno para resistir la intensidad del show; un comedor especial sólo para la banda; y un salón para reunirse y distenderse.

Más preparativos

Ayer, cerca de 1200 personas comenzaron a montar el colosal escenario. El armado de la estructura de acero de 27 metros y medio de alto demorará varios días, por lo que de ahora en más habrá 300 personas trabajando en el predio. La estructura, denominada "La Garra", pesa más de 180 toneladas y su creación requirió el uso de un sistema hidráulico innovador.

El escenario, revestido con materiales utilizados en autos de Fórmula 1, tiene color verde durante el día pero en las noches refleja una amplia gama tornasolada. A su vez, cuenta con una pantalla cilíndrica de 400 metros cuadrados, cuyos segmentos están montados en un pantógrafo que permite dividirla -abrirla- para lograr una superficie de 1.300 metros o alinearla verticalmente.

El tablado, que fue diseñado por el arquitecto Mark Fisher en el marco de una producción de Willie Williams, es de 360 grados y permite al público ubicarse en torno a todo su perímetro.