Ulrikke Hoyer denunció al diseñador Louis Vuitton porque la rechazó para un desfile debido a que no hizo caso a la recomendación de no comer nada en 24 horas para que su estómago se "desinflamara" y la consideró demasiado "gorda".  


La modelo de 20 años, quien mide cerca del 1,80 de estatura y es talla 34, es delgadísima; pero reveló a The Huffington Post que la despidieron porque comió normalmente y que lamenta que algunas chicas caigan en esas inhumanas exigencias.