Por Leonardo Muro*

Cuando era adolescente quería que los discos tuvieran muchas canciones para que duraran mucho tiempo. Después entendí que todo tenía un límite, tanto en la época del vinilo como en la de los CDs, el soporte no admitía superar determinada cantidad de minutos. Entonces esperaba que mis artistas favoritos publicaran discos dobles. Después te das cuenta que más no es mejor si no es bueno. Es mejor un EP con 5 buenas canciones antes que un álbum doble con 5 buenas canciones y 15 de relleno. Aprendés que tanto en un disco como en cualquier otro orden de la vida “lo que no suma, resta”.

Con el paso de las décadas el consumo cambió tanto que la mayoría de los artistas no piensan en discos sino en canciones nuevas para estrenar en las plataformas y los de la vieja escuela agradecemos que sigan existiendo bandas que apuesten a discos completos porque implica un compromiso mayor con el público y no se limita a la simple inmediatez de un hit. Se trata de una idea, un concepto, un equipo dedicando meses a un producto artístico.

Toda esta introducción es necesaria para entender lo que despierta “Rock Believer”, el primer álbum de Scorpions en siete años y su vigésimo disco de estudio en 50 años, sí, porque en febrero de 1972 publicaron su álbum debut.

El disco arranca a mucha velocidad con “Gas In The Tank”, “Roots In My Boots” y “Knock 'em Dead”, para darle lugar a la canción que da nombre al disco, que ya habían publicado como adelanto y en donde hablan de la importancia de no dejarse abatir y perseguir los sueños hasta hacerlos realidad.

Promediando el disco llega el ritmo cuasi reggae de “Shining Of Your Soul” y luego el machacoso de “Seventh Sun”, combinando una letra esperanzadora con una música apocalíptica.

A continuación llegan los sólidos “Hot And Cold” y “Peacemaker” con el acelerado “When I Lay My Bones To Rest” entremedio. “Call Of The Wild” no está mal pero quizás si fuese más corta sería más efectiva.

Scorpions es una de esas bandas incluidas en innumerable cantidad de compilados de lentos, especialmente por hits como “Still Loving You” y “Wind Of Change”, pero también por otros como “Send Me An Angel” y “Under The Same Sun”. Esta vez su aporte soft es “When You Know (Where You Come From)”, que en la edición de lujo incluye también un versión acústica.

Y ya que hablamos de la edición de lujo, este segundo disco de 5 tracks, tiene una apertura contundente con “Shoot For Your Heart” y cierra mejor aún con la versión acústica ya mencionada. En el medio entre el primer y el quinto track hay tres canciones de esas que como decíamos en un comienzo no suman, “When Tomorrow Comes”, “Unleash The Beast” y “Crossing Borders”.

La calidad interpretativa y compositiva de Scorpions sigue admirablemente intacta. “Rock Believer” es un discos que podría haber sido publicado hacer 30 años y nadie notaría la diferencia porque siguen sonando igual de bien, de compactos, de frescos. Y este no es un dato menor, teniendo en cuenta que estos viejos lobos de mar tienen al frente a Klaus Meine, quien a poco de cumplir 74 años conserva la voz impecable, sin quiebres.

“Rock Believer” es para el público del rock un buen motivo para celebrar. Un muy buen disco de una banda legendaria que sigue en carrera y en una extraordinaria forma.

*Colaborador