La idea de hacer conciertos itinerantes hogareños comenzó como una broma en el Facebook. Pero sorprendentemente, aparecieron interesados que no se hicieron rogar, ni el convocado tampoco; y entonces el flamante "Delivery de canciones’ se convirtió en un hecho. En el año de su debut, 2013, concretó más de 50 shows y hasta llegaron desde Coca Cola TV de México a documentar esta locura linda que amasó Fabricio Montilla. Propuesta que contagió a María Eugenia Di Paola, con la que se presenta a dúo (para grandes y también para chicos, el Tutti Frutti) y que también lanzó su propio delivery con canciones de autor. Y en este incipiente 2014 sumaron otros aliados, con rubro nuevo: el delivery de lectura, de Marcos Agüero; el segundo en su género del país, luego de Gabi Fonseca, otra sanjuanina amiga que hizo lo propio en Mendoza; y aún en despegue el delivery de susurros (poesías) de Marcelo Gallardo.

Básicamente, concuerdan, todo comenzó por la falta de espacios y la necesidad de expresión. Crisis que lejos de anularlos, los empujó para el lado de la oportunidad y la autogestión. Pero en el camino se dieron cuenta que era mucho más que "escenarios’ lo que conseguían con cada llamado.

"Nos encontramos con un público muy receptivo, se arma algo muy íntimo y todo fluye. Hay como una hermanación’, dice Eugenia, sin miedo de sonar "hippie’. "Es que esto arranca con el deseo de la gente de escucharte, cosa que muchas veces no pasa cuando tocás en otro lado y no tenés la recepción que te gustaría. Acá siempre hay silencio y respeto’, acota Fabricio.

El que escucha atentamente es Marcos, quien luego de una situación personal -su abuelita internada, su primera oyente- decidió "alegrar’ a otros. "Buscaba la forma de hacer que las personas puedan encontrar en la lectura una gran compañía. Me gusta muchísimo leer y quería que lo que yo leyera, llegara a más personas’, cuenta este estudiante de música y amante de los libros y la filosofía. "Y creo que va a andar genial’, se entusiasma.

"Lo que hay que tener es confianza, saber que la propuesta es honesta y que lo que hacés es bueno. Esa es la base para seguir trabajando’, acota Montilla, feliz con la trascendencia que va tomando su proyecto. "Me gustaría que más gente se sume, y de otros palos, para que el arte tenga más circulación. E intuyo que van a haber muchos más que adhieran’, sonríe.