La renuncia "indeclinable' de Paloma Herrera frente la dirección artística del ballet del Teatro Colón, causó revuelo en el ámbito cultural, no sólo porque se pierde el talento y prestigio que le había aportado la exprimera bailarina del American Ballet Theatre a ese rol, sino también porque destapó una serie de problemas gremiales y administrativos anteriores a su llegada en 2017 que obstaculizan la tarea del ballet, dijo Herrera.


Ayer después de que hiciera pública su partida, la directora general del Colón, María Victoria Alcaraz recibió a Herrera. "Fue una reunión muy cordial' dijo a DIARIO DE CUYO Paloma Herrera, sin dar mayores precisiones del encuentro que no modificó en nada su postura. "Yo ya renuncié', ratificó en comunicación con este diario, en la que relató- sin perder la compostura, pero sí con cierto hartazgo en su voz- los motivos que la llevaron a tomar la decisión de irse, detonada por una negativa del director ejecutivo del teatro, Martín Boschet de negarle la posibilidad de convocar a bailarines de refuerzo para la temporada 2022 que dejó lista. 


Durante la gestión de Herrera objetivamente, por cantidad de funciones y de público, el ballet recuperó su protagonismo en el Colón. 


 -¿Por dejó el cargo?
-Este problema viene hace un montón. Se lograron un montón de cosas, en todo lo que yo podía hacer, pero siempre dije que necesitaba que arreglaran estos problemas administrativos y de fondo; el tema de las jubilaciones es fundamental, yo no puedo tener una planta de 100 bailarines y que bailen sólo 50 porque los otros 50 no tienen edad, o no están en forma. Es imposible. Se fue pasando estos años porque yo podía poner refuerzos con los chicos del ISATC (el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón) o contratar egresados para que estuvieran en el cuerpo del baile, porque no llegaba con los de la compañía para hacer un Lago de los cisnes. Necesitaba gente, lo fui manejando para lograr un espectáculo de calidad, que estuviera a la altura. Ahora este año el director ejecutivo me dijo que este año no podía contratar gente de afuera, egresados, que tenía que usar la compañía como está. Yo dije "de ninguna manera". ¿Cuánto más me van a seguir presionando? La que da la cara soy yo. Además que es muy injusto, yo que siempre di posibilidad a que nuevas generaciones pudieran bailar, pero salen del instituto y no tienen a dónde ir porque esta gente no se va y no deja su lugar. No se van porque tienen una jubilación normal, gente que tiene 40 a 65 años. Mientras, están ocupando lugares de gente joven con ganas de trabajar. 


-¿Y eso no ocurre en ningún otro ballet del mundo?
-No, no. Es algo que vengo pidiendo desde el momento que entré, lo iba manejando con los refuerzos. 


-¿Le dijeron que no había presupuesto?
-No. No me dijeron que fuera presupuesto. Me dijo que no, que este año tenía que usar la gente de la compañía. Le dije que sabíamos que no es real, que no se puede. El director ejecutivo me dijo, "lo siento, tenés que usar la compañía". 


 -¿Será por una cuestión gremial?
-No lo sé y no es mi tema. Yo necesito que la compañía esté a la altura. Los directivos, con los bailarines, con los gremios, lo tienen que resolver. Hace cinco años que lo vengo manejando porque trato de compensar con todo lo artístico, con un esfuerzo sobrehumano, la compañía se ve bien. Estos temas siguen estando, hay conflictos. Temas que no se resuelven. 


-¿Qué le parece que la sala más prestigiosa de la Argentina padezca estas fallas administrativas?
-Es terrible. El Teatro Colón es conocido por lo problemático, es horrible que sea conocido por eso en lugar de por lo hermoso. Cuando en 2017 anuncié que sería directora del ballet, muchos me felicitaban pero me decían "no sabés dónde te metiste". Yo traté de cambiarlo, pensé que conmigo sería otra cosa, pero las cosas tienen que cambiar de fondo para que sea una buena compañía, no que se quede en estos problemas que no hacen al artista. Yo necesitaba en los ensayos bailarines con ganas de trabajar, con buena energía, no con problemas. 


Yo tenía otras cosas en qué pensar, un montón. Armé una temporada 2022 maravillosa, con ballet increíbles, los mejores bailarines que uno puede invitar, impecable. 

"Cuando anuncié que sería directora, me felicitaban pero me decían 'no sabés dónde te metiste'. Yo traté de cambiarlo, pensé que conmigo sería otra cosa".

-¿Siente que no la valoraron lo suficiente, al no darle las herramientas?
-Tal vez no pudieron. Siento que sí, obviamente algo falló, porque distinto hubiese sido si hubieran tratado de poner atención a lo que estaba pidiendo, que era importante, un bailarín tiene una carrera cortísima, la gente joven tiene que tener oportunidades, y la gente que ya cumplió su ciclo tiene que dejar lugar. No digo que se fueran, porque tienen que tener su jubilación y todo, no digo nada en contra pero tiene que resolverse. 


-¿Si cambia algo, volvería?
-Sólo con un milagro podría volver. En estas condiciones, no vuelvo. Esto está así hace años. Tendría que cambiar muchísimo, porque así no va. 


-¿Se ha comunicado alguna autoridad política para que cambie de opinión?
-No, no. Hoy (por ayer) tengo una reunión con la directora general, María Alcaraz, porque hasta ahora nunca me ha podido dar reunión, quise hablar con ella personalmente antes, pero no me recibió y la temporada empezaba la semana que viene y dije "no voy a largar todo con la temporada empezada, yo aviso antes". Yo tengo buena relación con ella, pero los temas no se resolvieron, son temas muy graves, y ahora el director ejecutivo me puso más trabas. 


-¿La frustra que esto termine así?
-La verdad es que soy muy idealista y sentí que con el amor, pasión, ganas y esfuerzo, porque yo desde que tengo 7 años soy así, 24 horas trabajando... pensé que se podría, pero claro, con estas cosas de fondo que no se pueden manejar, que no tienen que ver con lo artístico, preferí dar un paso al costado, porque la que tiene que dar la cara cuando se levanta el telón soy yo. Cuando no puedo hacer mi trabajo bien, no lo hago. 


-¿Qué vas a hacer ahora?
-Nunca planeé absolutamente nada. Igual tengo cursos, clases y viajes que ahora podré aceptar. Que es lo que hice cuando me retiré. Proyectos siempre hay. Así como cuando llegué al final de mi carrera, lo importante es terminar bien. Yo no me iba a quedar bailando porque no sabía qué haría después. Lo que yo quería era irme en mi mejor momento. Lo mismo acá, yo quiero terminar mi dirección impecable.