El grabado, el arte que por definición es el proceso por el cual se genera una estampa, utilizando una matriz que es entintada e incidida en papel o cualquier otro soporte, tiene gran protagonismo en San Juan este 2022. 


El Museo Franklin Rawson propuso para este primer trimestre del año ponerlo en valor a través del Proyecto Grabado 22, que incluyó tres muestras que inauguraron a principios de abril y que permanecen expuestas, (Sala 1- La tradición del grabado. Del norte de Europa a Cuyo con Curaduría Astrid Maulhardt; Sala 2 Taller Popular de Serigrafía. A 20 años con curaduría Roberto Amigo y Sala 3 Develando huellas. Taller de reedición de grabado, con curaduría de Silvina Martínez) y de capacitación. 

Concentradas. Natalia Saffe y Fabiana Zito, las encargadas del taller de grabado electrolítico trabajando junto al grupo

También convocó a otras entidades a sumarse, como lo hizo el Centro de Creación Artística y Museo Tornambé (UNSJ), que realizó el Encuentro Internacional de grabado menos tóxico, con tres talleres y que concluye hoy con la inauguración (20.30 hs) de la exposición con obras de Natalia Saffe (San Juan), Luis Solorio (Arequipa-Perú) y Pablo Delfini (Buenos Aires), quienes brindaron los talleres de grabado electrolítico (Saffe y Fabiana Zito), litografía sobre metal con técnicas menos tóxicas (Delfini) y de fabricación de papel con fibras vegetales (ver aparte). 

Explicación. Silvina Martínez (der.) trabajó de manera personalizada con los asistentes.

En el MPBA, Martínez encabeza el grupo (que también integran Ariel Aballay, Facundo González, Facundo Gerez y Federico Hueso) que llevó adelante un proyecto de investigación y taller de reedición de grabado de autores sanjuaninos, con el respaldo del museo que dirige Emanuel Díaz Ruiz, y dictó el taller de Monocopia y más adelante estará a cargo del taller de Grabado en relieve. "La monocopia, aunque en un sentido estricto no es un grabado, permite introducir a los inscriptos en el cambio de las técnicas de impresión de estampas", explicó la artista. Como sólo contará con un par de encuentros se desarrollarán solamente dos de los distintos tipos de monocopia, por adición y por calco. Para la propuesta de capacitación del MPBA armaron tres talleres en total y éste es el primero. "A mí me encanta porque sus posibilidades son infinitas y abre muchos caminos para la experimentación. En cualquiera de sus variantes, el resultado tiene siempre un carácter fresco, espontáneo, juguetón y muchas veces imprevisible, ya que el azar es un ingrediente fundamental que contribuye a enriquecer expresivamente los trabajos" describió Martínez que contó que a la hora de planificar el contenido pensaron en opciones de las que pudieran participar personas con y sin experiencia. 

En el Tornambé. Dos piezas realizadas por medio de la técnica de grabado electrolítico.

Así, en ambos espacios, la capacitación también es uno de los ejes propuestos, consiguiendo así multiplicar las técnicas, ya sean tradicionales o referidas a las nuevas tendencias más naturales en cuanto a proceso y materiales. 

Grabador peruano enseñó a hacer papel


Luis Solorio es un conocido artista peruano que trabaja en xilografía, que fue invitado por el museo Tornambé para brindar un taller sobre elaboración de artesanal de papel con fibras vegetales. Parece lógico hacer el propio papel para imprimir su obra, que es lo que hace Solorio. "Es un proceso largo. No es complicado hacer papel, pero hay que tener paciencia. Luego es cuestión de practica, para encontrar la mejor calidad de papel" dijo a este diario. 


Sobre la actual industria del papel, consideró que usar la pulpa de los troncos, "es absurdo porque hay muchas más alternativas de fibras, que incluso son mejores, que las que se sacan de los troncos de los "árboles, por ejemplo el lino, crece en 3 meses, y ya se puede utilizar y es un papel excelente. Los billetes están hechos con lino. Y tiene que ser un papel resistente" apuntó el artesano que trajo desde su casa una porción compacta de pulpa de morera, lista para usar. Aclaró que no se tala la morera para sacar la pulpa, sino que se usan las ramas de la poda. Aquí se encontró con la propuesta de hacer el papel a partir de la totora."No había trabajado antes con esta fibra, sí, había leído, así que no sólo vine a enseñar sino a aprender. Todo el proceso es igual que con la morera, la diferencia será cuando veamos cómo reacciona el papel cuando se empiece a usar". 


Las dos se cocina, se procesa, se machaca para conseguir la pulpa, que sumergen en agua, y luego la levantan en con un tamiz y se prensa. Luego se cuela, se prensa un día y deja secar (fotos). También enseñó a los talleristas a formar papel a partir de tiritas de tela de algodón.