(Foto: Maxi Huyema )

Se fue muy tarde a la cama, más que cualquier otro jueves; pero igual tuvo que levantarse temprano. Y no era que hubiera que estudiar para alguna prueba de quinto grado de la escuela Superior Sarmiento, adonde va. La razón de "madrugar" era, al menos esta vez, mucho más grata para ella: llamados telefónicos y visitas de amigos, parientes y medios, para felicitarla y hacerle notas. Es que la participación de Melody Carrizo en Genios -el segmento de talentos que conduce Marcelo Tinelli, que anoche hizo su última salida desde San Juan- tuvo una fuerte repercusión, y la extrovertida pequeña de 10 años se vio desde ese mismo momento gratamente solicitada. "Ya te olvidé" de Marco Antonio Solís, es el tema que ella eligió para concursar (lo mismo que su atuendo). Y después hizo "Que nadie sepa mi sufrir", que supo llevar a buen puerto pese a que le pusieron la pista un par de tonos arriba, según señaló el papá. "Fue un día esplendoroso", se complace la coqueta pequeña que asegura que soñaba estar ahí y conocer a Tinelli; y que le pidió a su mamá que la llevara. "Era mi sueño desde muy chiquita. Yo decía 'Mamá ¿por qué no puedo estar ahí yo?'. Así que fue una ilusión cumplida, ahora a disfrutar", cuenta a DIARIO DE CUYO. 


Encargada de romper el hielo como la única sanjuanina de la primera noche, confiesa que al principio estaba un poquito nerviosa. "Sentí de todo... Me hubiera gustado que mi madrina estuviera ahí -refiere con tristeza a la hermana menor de su mamá, fallecida-. Y me emocionaba que estuviera mi familia viéndome; y tenía esa tensión de cantar bien para ellos; y tenía miedo de decir algo que incomodara a Marcelo... Pero después fue como si lo conociera de hace tiempo. Lo que menos me preocupaba era la canción, que la tenía recontra sabida", se sincera. "Fueron muy lindos todos, muy buenos, muy amables; ¡pero creo que le dejé el saco lleno de lágrimas a Marcelo, porque lloré lágrimas de todo!", ríe con frescura. Es que todas esas emociones desembocaron en un sentido llanto, que luego trocó en alegría y satisfacción. "Cuando terminó el programa, todos me pedían fotos, no me dejaban ir", relata con sus ojitos chispeantes y la misma soltura que mostró ante cámaras, contenta con esta repentina popularidad que tuvo como antesala la sesión de maquillaje junto a las jurados del certamen, cosa que le encantó. "Pero lo que me dicen mis padres y siempre voy a tener presente es que no debo perder la humildad", resalta Melody, que al aire se había reconocido "enojona", pero al final depuso esa actitud: "Es que no me gusta que me corrijan, pero por más que no quiera, me tienen que corregir... Está muy bien lo que me dijo Lucía, que tengo que escuchar lo que me dicen, porque es para bien. Es lo mismo que me dicen mis padres...", explica la niña, a quien no le gusta madrugar, que ama la lasaña, los fideos verdes y la chocotorta, que disfruta ver en la cama de sus padres videos de youtubers como Lyna; y cuya materia favorita es Inglés. 


Hija de artistas -Juan Carlos es guitarrista y acompaña a varios músicos; y Andrea canta folclore, aunque ambos están abocados a su "princesa"-, entrar al mundo de la música fue natural para Melody, dueña de una fuerte personalidad, pero vulnerable ante un chocolate que espera en el bolsillo de su abrigo rojo el final de la entrevista, cuya presencia constata de a ratos con su manito. Con madera para el canto, a los 3 años empezó a entonar canciones que aprendía rápidamente, la primera, Luna tucumana. Admiradora de Mercedes Sosa, se inició en el folclore, veta que muestra en festivales y otras presentaciones -de hecho hoy por la tarde actúa en la fiesta del 25 de Mayo en el Parque de Rivadavia-; aunque también canta melódico (le gusta Marcela Morelo) y canciones en inglés de los '80 y '90, como las de Rick Astley o Michael Jackson. Folclore y boleros incluyó en el disco que grabó cuando apenas tenía 5 años, "Inocentes melodías" (ver aparte). Pero además, esta niña que saca de oído canciones en el piano, también disfruta mucho de los ritmos que atraviesan su generación, como el k-pop (pop coreano) y se identifica como una verdadera "army" de BTS, aunque a mamá no le guste nada el combo juvenil. Lo que no le va mucho es el reggaetón "ni otros temas de ahora que son muy atrevidos".


El gran sueño de Melody -que al decir de mamá es inquieta y no para de cantar y bailar en casa- es ser artista y si bien hasta ahora no ha tomado clases, sabe que será bueno estudiar para hacer carrera. Pero hay otra cosa que quiere ser cuando sea grande: abogada. Y ambas pasiones se funden en un objetivo: "Me gustaría que todos los chicos tuvieran un hogar, que tuvieran dónde comer... Me gustaría ayudar a la gente. Yo le digo a mi mamá que cuando sea grande, tenga millones y sea abogada, voy a ayudar a la gente. Mi papá es así, cuando ve a alguien que necesita, aunque tenga cinco pesos o una moneda, se la da. Yo cuando sea grande les voy a dar cien pesos, mil pesos, toda la plata que yo tenga, yo voy a ayudar".


Tonadera joven



Entre 2014 y 2016, Melody fue noticia en DIARIO DE CUYO. La primera vez fue cuando sacó su primer disco, Inocentes Melodías, convirtiéndose en la primera niña de tan corta edad en grabar un disco en San Juan, al menos en los últimos años. Al año siguiente también, cuando presentó ese material (foto). Y en noviembre de 2016, cuando quedó elegida junto a otros dos precoces folcloristas para abrir cada noche la Fiesta de la Tonada, interpretando La tonada jamás morirá. 


"Me da mucha emoción, me encanta", dijo por entonces sobre su participación en el encuentro de grandes tonaderos de todo Cuyo, donde también actuaron sus padres.