Tras el conflicto con Mario Pergolini por la cámara oculta que emitió Punto.doc y detonó en su divorcio del cirujano Alberto Ferriols en 2004 (se lo acusó de operar a menores de edad sin autorización de sus padres y de ofrecer descuentos en sus trabajos a cambio de favores sexuales), una larga sequía laboral, la Neuropatía motora múltiple que sufre su hermana Isabel y el fallecimiento de su madre hace poco más un mes, Beatriz Salomón está volviendo a sonreír y gracias al trabajo. La sanjuanina volvió a las tablas de la mano de Ricardo Fort y anoche hizo su debut en la obra Mi novia, mi novio y yo, que formará parte de la cartelera teatral de Carlos Paz durante todo el verano.

Instalada en la villa cordobesa junto a su padre y sus dos pequeñas hijas Noelia y Betina, "Bea' dice que regresar a los escenarios calma su angustia, luego de la pérdida de su mamá que murió a los 83 años y hoy descansa en el cementerio porteño de La Chacarita.

"Ella sufrió tres infartos, uno cuando estaba durmiendo y dos cuando entró a la clínica donde la llevaron en ambulancia. No se pudo bancar la enfermedad de mi hermana Isabel, son cosas muy fuertes. Y a mi papá, de 84 años, me lo traje conmigo a Carlos Paz, está sensible y deprimido, iban a cumplir 60 años de casados...", dice la artista que emigró de su San Juan natal y renunció a su trabajo como empleada bancaria para hacer carrera en Buenos Aires, donde hizo su debut en TV y teatro con el fallecido Alberto Olmedo en la década del 80 y adonde instaló a sus padres para tenerlos cerca.

- ¿Por qué decidiste dar a conocer el fallecimiento de tu mamá recién ahora?

- Porque fue todo muy fuerte.

- ¿Su partida te encontró en Carlos Paz?

- No, estaba en Buenos Aires. Tuve que faltar a un ensayo y no pude ir en el avión junto a Ricardo y todo el elenco a elegir casa en la villa, pero la pude ver por internet y es linda, no me puedo quejar, estoy en un barrio cerca del Teatro Libertad.

- ¿Ya estás viendo con quien te vas a cruzar para poner picante la temporada?

- Y... estoy un poco retirada de eso, pero si me buscan me encuentran (risas).

- En un principio se dijo que la postergación de la obra fue por una deuda de Fort con la Asociación de Actores. ¿Es cierto?

- Eso fue un invento, él tiene todo en orden y al día. Hubo un problema de sonido y Ricardo tuvo que hacer traer su equipo de Buenos Aires, porque no estaba conforme con el que tenía el teatro.

- ¿Hasta cuándo te quedás en Córdoba?

- Hasta marzo, estoy con mis hijas que están contentas con la pileta y también con mi papá, que recibió la visita de su hermano Jorge de La Rioja, fue algo muy emocionante, todavía está la pena a flor de piel.

- Una imagen que guardes de tu mamá...

- Ella estaba feliz de lo que yo hacía y una vez recuerdo que "El Negro' Olmedo fue a mi casa y ella lo pudo conocer, se emocionó mucho. Fue una buena madre y una buena esposa que tuvo uno de esos matrimonios que ya no existen.

- ¿Por qué hiciste el duelo en secreto?

- Es que estaba muy mal, además teníamos que ver cómo decírselo a mi hermana de quien se encargó su esposo.

- ¿Cómo está Isabel?

- Hace casi dos años está en las mismas condiciones, pero parece que en los primeros meses del año nuevo que comienza va a salir como un antídoto que van a probar en algunos pacientes con el fin de detener la enfermedad no de curarla, pero es un remedio que están investigando, todavía no sale a la venta. ¡Dios quiera funcione!, tiene muchas cosas que hacer todavía y su hijo Juan Cruz de 8 años la necesita.

- ¿El escenario te ayuda a sobrellevar la pena?

- El trabajo calma mi pena. Es un incentivo para mí. Cuando uno es más joven piensa que la vida es color de rosa, que nunca va a cambiar y que siempre va a salir a bailar y tomar champagne, pero a medida que pasa el tiempo uno va perdiendo a los abuelos, a los padres, los amigos y los tíos hasta que un día, te vas vos.

- ¿Te sentís una mina fuerte?

- Uno no está preparado para todo esto, de chico no te preparan para que entiendas que algún día te vas a ir, uno cree que nunca le va a tocar, hasta que te toca a vos.