Una tormenta tropical generó inundaciones y deslizamientos de tierra en Filipinas: al menos 133 personas murieron y decenas están desaparecidas. El balance crece a cada hora: a medida que bajan las aguas y se retiran escombros, la policía local encuentra más cuerpos.

La mayoría de las víctimas provienen de la isla de Mindanao, en el sur del país. "Muchas personas fueron arrastradas al mar cuando las corrientes subieron rápidamente por la marea alta", explicó Manuel Luis Ochotorena, de la Ofician de Defensa Civil de Filipinas. "Nunca atendieron a las alertas. Pensaron que era una tormenta débil, pero provocó más precipitaciones", agregó. Más de 120.000 habitantes de la isla tuvieron que huir de sus hogares.

Reportes de que una localidad entera quedó enterrada por un deslizamiento de tierra en el municipio de Tubod, en la provincia de Lanao del Norte, movilizaron al Ejército y a Defensa Civil. Ryan Cabus, funcionario de Tubod, aseguró que las líneas de electricidad y comunicación en el área habían sido cortadas y que eso complica las tareas de rescate. Hasta voluntarios fueron movilizados para buscar sobrevivientes e intentar restablecer la energía y las comunicaciones.

Según informó la policía local, 133 personas murieron, mientras que el balance de desaparecidos ascendía a 64.