Buenos Aires, 2 de agosto.- Sus lesiones no le han impedido presidir la reunión de la cúpula militar, encabezada por el jefe del Estado Mayor de Defensa, el almirante Fernando García Sánchez.

El rey perdió el equilibrio cuando entraba a la sede del Estado Mayor de la Defensa. Cayó de bruces y fue a dar con la cara contra el suelo, sin frenar la caída con las manos. Por eso sufró contusiones en la nariz y en la barbilla.

No es ésta la única caída del rey, cuyo último percance lo tuvo durante un viaje en Botswana en el que se fue a cazar elefantes. En aquella ocasión se fracturó la cadera y tuvo que ser operado de urgencia, lo que hizo público el viaje.

Días después el monarca pidió perdón públicamente, por primera vez en la historia, tras la indignación que despertó en España el hecho de que el rey realizara viajes privados para cazar elefantes en plena crisis.