Impactante. En la imagen se ve a un perito recogiendo los cascos de las víctimas fatales, junto al perro policía que también estaba en la comisaría y murió por el ataque. Toda la clase política colombiana salió de inmediato a repudiar tanto ese atentado en particular como el terrorismo en general.

Un sentimiento de indignación y rechazo afloró ayer entre los colombianos por el atentado con explosivos que dejó al menos 5 policías muertos y 42 heridos en Barranquilla, ataque que revivió la página ya pasada del terrorismo en el país. "Los terroristas no pueden retroceder el reloj de la historia", manifestó en su cuenta de Twitter el procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, quien pidió "investigaciones efectivas y castigo ejemplar para los que atacaron de manera infame la estación de policía" en esta ciudad caribeña.

El atentado ocurrió pasadas las 6.30 de la mañana, cuando un explosivo fue detonado a distancia frente al patio de la comisaría del barrio San José, donde decenas de policías estaban formados para el cambio de turno, según explicó el comandante de la Policía de Barranquilla, brigadier general Mariano Botero.

Los fallecidos son los patrulleros Freddys Echeverría, Yosimar Márquez, Freddy López, Anderson René Cano Arteta y Christian Camilo Bellón.

Las imágenes de los cuerpos de los policías ensangrentados tendidos en el piso y entre ellos un perro muerto por la explosión,

así como un reguero de cascos verdes, conmocionaron a los colombianos, mientras las autoridades tratan de atar cabos para encontrar a los autores del ataque por el cual ya fue detenido un sospechoso. Al individuo, cuya identidad no ha sido divulgada, le decomisaron un radio de comunicaciones y un cuaderno con anotaciones referentes a la comisaría de San José, un barrio residencial de clase media situado en el sureste de la ciudad. "Se logra inmediatamente la captura de un individuo", dijo el general Botero, quien añadió que el hombre "tiene injerencia importante en este asunto".

Todo apunta, según el director de la Policía colombiana, general Jorge Nieto, a una respuesta del crimen organizado por los recientes golpes que han recibido, y ofreció una recompensa de 50 millones de pesos (unos 17.800 dólares) por más información.

Este es el primer atentado de gravedad que ocurre en una zona urbana de Colombia en los últimos tiempos y llama la atención que haya sido perpetrado en Barranquilla, cuarta ciudad del país, tradicionalmente libre de ataques de este tipo.

(Fuente: EFE)