Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil hasta el 31 de diciembre de 2022 al jurar sobre la Constitución en una ceremonia realizada ante la Asamblea Legislativa en el Congreso Nacional, presidida por el titular del Senado, Eunicio Oliveira.

 

También juró el vicepresidente Hamilton Mourao, un ex general que usó un tono militar para leer el compromiso constitucional.

La capital política de Brasil amaneció virtualmente sitiada por un monumental operativo de seguridad que incluye fuertes restricciones para ingresar a la Explanada de los Ministerios, incluso para la prensa, y francotiradores apostados en los techos de los edificios públicos que bordean el centro de la ciudad diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer.

 

Con argumentos de campaña en defensa de la tortura y de reivindicación de la dictadura militar, Bolsonaro fue elegido en segunda vuelta con el 55% de los votos y se ha transformado en un fenómeno que supo aglutinar a los descontentos con la política tradicional, a los rivales del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), a parte de los referentes de la Operación Lava Jato y a quienes aún reivindican a la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985.

 

 

Su gabinete tendrá 22 ministerios, entre ellos cinco ministros de origen militar, mucho más que en los gobiernos de los dictadores Ernesto Geisel y Joao Baptista Figueiredo.

Se estima que entre 250.000 y 500.000 seguidores del futuro mandatario participaron de la ceremonia de asunción, que comenzó a las 14 (13 de Argentina), e incluyó un desfile por la Explanada de los Ministerios, la jura en el Congreso, el traspaso de la banda en el Palacio del Planalto por parte del mandatario saliente Michel Temer y un brindis con los 14 jefes de Estado y de gobierno que estarán presentes en la Cancillería.

 

El representante del gobierno argentino en esta ceremonia será Jorge Faurie.  El canciller asistió en representación de la administración de Mauricio Macri, quien viajará el 16 de enero a reunirse con el nuevo mandatario de ese país.

 

Aunque el día estará plagado de actividades protocolares propias de la asunción, no se descarta que mantenga un breve diálogo con el nuevo canciller brasileño, Ernesto Araújo, para preparar la próxima reunión que Macri y Bolsonaro mantendrán en dos semanas, cuando el presidente argentino viaje a visitarlo.

Faurie y Araújo (que se conocen desde la época en que ambos trabajaban en la construcción del Mercosur para sus respectivos países) mantuvieron un desayuno de trabajo a principios de diciembre, donde también participó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.

 

El ritual de la investidura este martes Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil, en el que son esperados once jefes de Estado y de Gobierno, se prolongará por más de cinco horas y, a petición del futuro mandatario, contará con una ceremonia religiosa como novedad.