Al menos ocho personas murieron ayer cuando un centro comercial en el centro de Kiev y las viviendas colindantes quedaron completamente destruidas por un bombardeo ruso, el mayor lanzado contra la capital ucraniana desde el inicio de la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin el 24 de febrero contra Ucrania.

Se trata del centro comercial de Retroville, en el densamente poblado barrio de Podil, cercano al centro de Kiev, que -según el Ejército ruso- era utilizado como almacén de armamento y de municiones por parte de las fuerzas ucranianas y estaba cerrado al público.

El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que fue bombardeado con armas de precisión de largo alcance y que el ataque destruyó armas y municiones almacenadas.

"Una batería de lanzacohetes múltiples ucranianos y una base de almacenamiento de sus municiones fueron destruidos con armas de precisión de largo alcance en la noche del 21 de marzo, en un centro comercial que no estaba operativo", dijo el Ministerio.

El resultado del ataque es que ya no queda casi nada del centro comercial. Por la mañana un grupo de cadáveres yacían en el suelo con sus pies desnudos sobresaliendo del plástico negro con el que habían sido cubiertos bajo un toldo del que colgaban grandes carteles publicitarios.

Eran todos de hombres con equipamiento militar, dos de ellos semidesnudos, lo que sugería que probablemente estaban durmiendo allí cuando se produjo el bombardeo, narraron periodistas de AFP.

El ataque sacudió el este de la capital ucraniana y destruyó tanto el edificio como los alrededores, incluidos estacionamientos contiguos y los automóviles estacionados.

La onda expansiva pulverizó los vehículos estacionados en el lugar y dejó un cráter abierto de varios metros de largo frente al edificio de diez pisos, que quedó carbonizado. Toda la parte sur del centro comercial quedó destruida, al igual que un gimnasio en el estacionamiento.

Un poco antes de la pandemia de covid-19, "Retroville" era un emblema del consumo capitalino, con 250 locales repletos de marcas occidentales, cines y 3.000 lugares para estacionar.