El empresario italiano Giampaolo Tarantini, de 34 años, quien supuestamente llevaba prostitutas de lujo a las fiestas del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, fue detenido ayer en el aeropuerto de la ciudad de Bari (sureste) por un presunto delito de tráfico de drogas.

El empresario que dijo a los fiscales en la ciudad de Bari que suministró acompañantes a Berlusconi en fiestas privadas, a cambio de favores políticos, fue detenido cuando se disponía a tomar un vuelo a Roma.

"La prostitución y la cocaína son los ingredientes para tener éxito en la sociedad", había dicho Tarantini a los jueces que los indagaron entre el 27 de julio y el 10 de setiembre por inducción a la prostitución. Con sus declaraciones confirmó que entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 organizó en total 18 fiestas para el primer ministro en el palacio Grazioli, en Villa Certosa e incluso en un spa de lujo (el Centro Messeguet de Todi, Umbria), y reclutó a un total de 30 prostitutas. "Recurrí a la prostitución y a la cocaína a fin de crearme una red de apoyos en el sector de la administración pública", detalló Tarantini ante la justicia italiana.

Según su testimonio, las chicas que después de participar de las fiestas regresaban a su hotel a pasar la noche, sólo recibían los gastos correspondientes a los pasajes de avión y el alojamiento. Pero aquellas que pasaban la noche en compañía del primer ministro eran recompensadas con un bono de 1.000 euros.

Entre las jóvenes que el empresario llevó a la casa de Berlusconi en el centro de Roma, Palazzo Grazioli, y otras residencias, se encuentran prostitutas profesionales u ocasionales, varios rostros conocidos de la televisión italiana, participantes de "reality shows" y animadoras. "Conociendo su interés hacia el género femenino, lo que hice fue llevarle chicas (a Berlusconi) que le presentaba como mis amigas, ocultándole que a veces las retribuía", dijo Tarantini ante la justicia italiana. Precisó que a cambio de estos favores, pidió al primer Ministro que le presentara al responsable de la Protección Civil, Guido Bertolaso, porque un socio y amigo suyo quería trabajar con este organismo.

Ahora Tarantini fue detenido por cargos relacionados con el tráfico de cocaína, después de que el fiscal de Bari, Antonio Laudati, citara riesgos de que podría manipular las pruebas o intentar huir del país.

Bari precisó que en los próximos días se acelerará la investigación para ver si pueden añadirse otros cargos contra el empresario.

Tras ser arrestado ayer, Tarantini fue llevado inmediatamente al cuartel de la Guardia de Finanzas de Bari y posteriormente a la cárcel de la sureña ciudad italiana, capital de la región de la Apulia. Pero no es el único indagado en la investigación sobre supuesto narcotráfico. La Justicia italiana estudia también los casos de Alessandro Mannarini, Stefano Iacovelli y Massimiliano Verdoscia, todos del entorno del empresario. Estas detenciones se efectuaron por la colaboración con la Justicia que Tarantini viene llevando a cabo en los últimos días a los fines de pactar su posible condena, una posibilidad que el pasado 31 de julio denegó la Fiscalía.