A casi cinco meses del primer reporte de coronavirus en China, el profesor Isaac Ben-Israel , jefe del programa de Estudios de Seguridad en la Universidad de Tel Aviv y presidente del Consejo Nacional de Investigación y Desarrollo, indicó que la propagación del coronavirus alcanza su punto máximo después de aproximadamente 40 días y disminuye a casi cero después de 70 días.

El The Times of Israel publicó la semana pasada que el destacado matemático, analista y ex general hizo esta afirmación con base en un simple análisis estadístico.

Por otra parte, surgen también comparaciones con anteriores coronavirus.

El síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) fue la primera epidemia global del siglo XXI. Comenzó en noviembre de 2002 y un año más tarde casi nadie hablaba ya de ella.

Se detectó por primera vez en China y luego se propagó a más de 30 países en Norteamérica, Sudamérica, Europa y Asia antes de que se pudiera contener el brote global de 2003, causando un total de 8.098 contagios en todo el mundo y 774 muertes. Se propagó a través de viajes por medio aéreo o terrestre de personas infectadas.

Desde 2004 no se reportan nuevos casos. No obstante, las autoridades sanitarias advirtieron que no se debe considerar erradicado el virus, ya que contiene un reservorio animal del cual posiblemente podría resurgir.

En 2012 apareció el coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), cuya infección fue reportada por primera vez en Arabia Saudita, en un paciente de 60 años que falleció por insuficiencia respiratoria. Desde entonces, se notificaron casos en 27 países de Medio Oriente, África, Europa, Asia y en los Estados Unidos.

Los especialistas sostienen que este no parece propagarse fácilmente entre las personas en comunidades, ya que se identificó en dromedarios en varios países, como Egipto, Omán, Qatar o Arabia Saudita, con una tasa de mortalidad cercana al 35% tras registrarse aproximadamente 420 infecciones en todo el mundo.

Sin una vacuna específica, ambos virus fueron controlados en cuestión de meses. El Covid-19, también conocido como SARS-CoV2, por el momento, mantiene su propagación, afectando a más de 130 países.

Hasta el momento no se sabe cuándo desaparecerá el coronavirus de esta pandemia, solo hay estimaciones y evaluaciones como la de Ben-Israel, quien expuso que la propagación del virus comienza a un ritmo exponencial, pero luego se modera y finalmente se desvanece, después de ocho semanas más o menos desde su aparición.

Un grupo de médicos del Reino Unido y de Singapur, en cambio, afirmó en una columna en The Lancet, que el Covid-19 difiere del SARS en cuanto al periodo de infección, la capacidad de transmisión, la gravedad clínica y el alcance de la propagación en la comunidad.

Sin embargo, no existe un Plan B para contener el brote del Covid-19, “incluso si las medidas tradicionales de salud pública no son capaces de contener plenamente el brote, seguirán siendo eficaces para reducir la incidencia máxima y las muertes a nivel mundial”, destacaron en este sentido.

Según afirma el científico militar israelí, "hay un patrón establecido" y "los números hablan por sí mismos", sin importar las cifras de contagios y muertes ni las medidas aplicadas por los gobiernos locales. Dijo que la política de cierres era un caso de "histeria masiva". El simple distanciamiento social sería suficiente, mencionó en un canal israelí.

Sobre este punto señaló que que las cifras, especialmente de países como Singapur, Taiwán y Suecia, que no tomaron medidas tan radicales para cerrar sus economías, probaron su punto.

Ante estas afirmaciones, Gabi Barbash, el director del hospital y ex director general del Ministerio de Salud, insistió en un amargo intercambio de televisión que Ben-Israel está equivocado y que el número de muertos habría sido mucho más alto si Israel y otros países no hubieran tomado las medidas que tomaron.