Al menos 10 personas murieron el viernes en la ciudad de Cali, en medio de las manifestaciones antigubernamentales que empezaron hace un mes en Colombia y fueron duramente reprimidas por el gobierno de Iván Duque.

“Diez personas fallecidas es el reporte que tenemos hoy en la mañana en hechos relacionados con la protesta y la dinámica civil”, sostuvo en Caracol Radio el secretario de seguridad de Cali, Carlos Rojas.

Según un informe de la policía, ocho de las muertes se dieron por armas de fuego.

La violencia comenzó temprano, cuando una turba linchó a un funcionario de la Fiscalía que había matado a dos manifestantes por impedirle el paso en una avenida bloqueada.

Luego, se vieron civiles disparando con fusiles junto a policías, en videos difundidos en redes sociales.

”En el sur de la ciudad tuvimos un verdadero escenario de confrontación y de casi una guerra urbana donde muchas personas no solamente perdieron la vida, sino que también tuvimos una importante cantidad de lesionados”, lamentó Rojas.

El alcalde de Cali, Jorge Ivan Ospina, lamentó en Twitter que se vivieron “angustiantes momentos, un día doloroso, se han perdido más vidas“.

Asimismo denunció el “vandalismo puro e irracional” de algunos manifestantes: “Esos eventos grotescos y de violencia desvirtúan la movilización pacífica y legítima. A los ciudadanos que marcharon pacíficamente mis respetos y aplausos porque hacen uso adecuado de su sagrado derecho a la protesta”, agregó.

Duque militarizó Cali

El presidente Iván Duque ordenó este viernes el despliegue de tropas militares en Cali.

“A partir de esta noche empieza el máximo despliegue de asistencia militar a la policía nacional en la ciudad de Cali”, anunció Duque tras encabezar un consejo de seguridad en la urbe de 2,2 millones de habitantes, donde comenzó a regir un toque de queda nocturno.

En un mes de levantamiento popular se registraban hasta el viernes 49 muertos en todo el país, según el conteo oficial. La Fiscalía establecióque al menos 17 de los casos tienen nexo directo con las manifestaciones. Pero la ONG Human Rights Watch afirma tener “denuncias creíbles” sobre 63 muertes, 28 relacionadas con la crisis.

Una reforma fiscal que encendió las protestas

La crisis comenzó cuando el gobierno quiso cargar con más impuestos a la clase media, castigada por la pandemia, para llenar el hueco fiscal que deja la emergencia económica.

Duque desistió de la propuesta, pero la represión policial encendió más los ánimos de los jóvenes que reclaman oportunidades.

El gobierno exigió reiteradamente el levantamiento de los bloqueos que causan desabastecimiento y millonarias pérdidas económicas. Mientras que el sector más visible de los manifestantes los defiende como forma válida de protesta y demanda una disculpa por los excesos de la fuerza pública.

El 16 de mayo Duque abrió diálogos con el frente más visible de las manifestaciones, pero sin lograr un acuerdo.

Condena internacional

Las fuerzas policiales, que en Colombia son controladas por el ministerio de Defensa, fueron acusadas por la ONU de hacer un “uso excesivo de la fuerza”, mientras las calles piden que una reforma que “desmilitarice” a un cuerpo policial que lleva décadas combatiendo a guerrilleros y narcotraficantes.

El gobierno asegura que las manifestaciones fueron infiltradas por vándalos y grupos armados que sobreviven a la firma del acuerdo de paz con las extintas FARC, la guerrilla que se transformó en partido político después de medio siglo de fallida lucha por el poder.

La pandemia afectó duramente la economía del país de 50 millones de habitantes. En un año la pobreza pasó del 35,7% al 42,5%, y casi un tercio de los colombianos (27,7%) entre los 14 y 28 años no estudia ni trabaja, según el órgano estatal de estadística.

“Llevamos un mes resistiendo en una lucha contra un Estado que ni siquiera está dispuesto a escuchar. Nos recuerda que debemos seguir movilizándonos”, señaló Juanita Prieto, una estudiante de Artes Plástica de 26 años.