El asesinato de un nene de cinco años provocó una ola de protestas en Ucrania. Es que los acusados son dos policías, que se cree que estaban borrachos cuando competían por tirar la mayor cantidad de latas posibles mediante disparos.

La Oficina Nacional de Investigaciones del país europeo dijo que el trágico episodio se produjo el viernes pasado cuando los dos efectivos se encontraban tomando alcohol en el patio de una casa en la ciudad de Pereyaslav-Khmelnytsky, a 70 kilómetros de Kiev.

A través de un comunicado, los investigadores del caso precisaron que mientras los policías disparaban contra las latas metálicas "impactaron a un nene de cinco años". El chico fue identificado como Kyrylo Tlyavov y las primeras pericias establecieron que el balazo lo recibió en la cabeza. El niño murió este lunes, luego de ser sometido a dos operaciones que no lograron salvar su vida.

Como agravante, los efectivos primero negaron haber matado al nene. Incluso, llegaron a advertir que podría haberse golpeado la cabeza contra una piedra mientras jugaba. Sin embargo, fueron detenidos y este martes un tribunal de Kiev decidió que sigan en la cárcel mientras avanza la investigación que puede terminar con un juicio en su contra: si se los encuentra culpables, podrían cumplir una condena de cadena perpetua.

El flamante presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky prometió "hacer todo lo posible para castigar a los culpables" de la muerte del niño y desde la Policía Nacional aseguraron que echaron al Jefe de la Policía Regional de Kiev como consecuencia del asesinato.

Un grupo de activistas repudió el accionar de la fuerza de seguridad, al que consideraron una manifestación de impunidad. "En un país normal, el ministro del Interior renuncia después de terribles incidentes como este", escribió en Facebook el Centro de Acción Anticorrupción, una organización no gubernamental.