Un miembro de la Fuerza Aérea saudita que recibía entrenamiento en Estados Unidos asesinó ayer a tiros a tres personas en una base aérea naval de Pensacola, en Florida, antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad. El origen del atacante fue confirmado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien evitó identificar al agresor y se limitó a aclarar que estaba recibiendo entrenamiento en la base. Al cierre de esta edición, ninguna autoridad judicial o gubernamental había confirmado que el caso estuviera siendo investigado como un acto terrorista. El ataque, el segundo en una base estadounidense esta semana, generó una respuesta masiva de las fuerzas de seguridad. El comisario del condado de Escambia, David Morgan, dijo que once personas resultaron heridas, entre ellos dos agentes, uno de los cuales mató al tirador. Agregó que los agentes fueron heridos en la rodilla y el brazo y que se esperaba que ambos se recuperen pronto. Morgan no precisó si el tirador era un militar y prefirió no especular sobre si se trataba de un ataque vinculado al terrorismo.