La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que la incidencia de las enfermedades crónicas no transmisibles es cada vez mayor, que a nivel global podrían significar el 86% de los decesos anuales para mediados de siglo y advirtió que no hay "indicadores claros" que apunten a que esta tendencia se revierta por lo que instó a los países parte a tomar medidas eficaces al respecto.

Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) son enfermedades de larga duración, cuya evolución es generalmente lenta. Dentro de este grupo se encuentran las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas, la diabetes, la enfermedad renal crónica y el cáncer.

En apenas 30 años la prevalencia de diabetes tipo 2 en la población adolescente y joven entre 15 y 39 años se ha incrementado en un 56,4%, pasando de una incidencia de 117 casos por cada 100.000 habitantes en 1990, a una de 183 en 2019. Y es una enfermedad que con el paso del tiempo es responsable de otras enfermedades crónicas no transmisibles asociadas como las enfermedades renales o las cardiovasculares, entre otras.

En su informe anual de Estadísticas Mundiales de Salud, la OMS advirtió que, de mantenerse al mismo ritmo, las enfermedades crónicas serán una amenaza cada vez mayor para las futuras generaciones y estimó que, de no cambiar la trayectoria que llevan, provocarían el 86% de las muertes anuales.

Además de los padecimientos no transmisibles, el estudio hizo hincapié en el impacto que el cambio climático tiene en la salud de las personas, especialmente las más pobres, y aseguró que este fenómeno "continúa degradando a un ritmo acelerado el medio ambiente y la salud física y mental, lo que plantea enormes riesgos para todos".

El documento fue elaborado con un relevamiento realizado "hasta 2022" y, de la investigación se desprende que "a pesar de que ha disminuido la exposición a muchos riesgos para la salud -como el consumo de tabaco o alcohol, la violencia y el agua insalubre- los avances han sido inadecuados y otros riesgos, como la contaminación atmosférica, siguen presentes en la vida de las personas".

En cuanto a la pandemia de covid-19, la OMS señaló "frenó el progreso de muchos indicadores de salud y agudizó las desigualdades en el acceso a una atención médica de calidad y la protección financiera para los gastos de salud", lo que invirtió "las tendencias positivas del combate a enfermedades como la tuberculosis y disminuyó el número de personas que recibieron tratamiento para enfermedades tropicales desatendidas".

"El covid-19 es un claro recordatorio de que las enfermedades infecciosas pueden surgir o resurgir para causar daño a todos", enfatizó el organismo y agregó que los padecimientos infecciosos que antes estaban bajo control pueden surgir como resultado de la resistencia a los antimicrobianos.

También destacó una "alarmante incidencia de obesidad" y lo consideró "un problema de salud pública que crece rápidamente sin señales de que pueda desacelerarse en el futuro inmediato y que conlleva el incremento de otras enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión". Por último, la OMS aseguró que "se ha ralentizado" el avance de la cobertura sanitaria universal "en comparación con los pasos logrados hasta antes de 2015, al margen de que siguen vigentes las dificultades financieras debidas a los costos de la atención médica".

Lo que robó el covid

En un apartado dedicado a la pandemia de covid-19, la OMS advirtió el "gran retroceso" que supuso en la carrera hacia las metas de desarrollo, calculando en 336,8 millones los años de vida perdidos, un promedio de 22 años por cada una de las 14,9 millones de muertes. También que frenó la vacunación sistemática.

Alerta mundial por brotes epidémicos

La caída de la vacunación infantil en un centenar de países, debido a la situación de emergencia causada por la pandemia de la covid-19, expone ahora al mundo a brotes epidémicos de enfermedades fácilmente prevenibles, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se ha unido a otras entidades para intentar revertir esta situación.

Entre 2019 y 2021, 67 millones de niños no recibieron una vacunación completa, incluyendo a 48 millones de niños a los que se ha denominado "cero dosis" porque ni siquiera recibieron una dosis de las vacunas básicas, incluida la de difteria-tétanos-tos ferina (DTP), según Naciones Unidas.

La OMS precisó que únicamente en 2021 a más de 25 millones de niños les faltaba al menos una vacuna, lo que explica la multiplicación de brotes de enfermedades infecciosas, incluso en regiones de mundo donde algunas de estas se consideraban erradicadas.

Médicos sin Fronteras (MSF) señaló que esto representa "un retroceso histórico" y significa que la cobertura de vacunación ha pasado del 86% al 81% en el periodo de referencia. MSF enfatizó que once millones de niños con insuficientes vacunas o que no han recibido ninguna viven en entornos humanitarios muy frágiles, incluidos conflictos armados.