El Gobierno, a través de un comunicado oficial de Cancillería, expresó hoy “su más enérgico repudio” al asesinato del presidente de la República de Haití, Jovenel Moise. El mandatario estaba en su residencia privada, y fue víctima de un “un grupo de individuos no identificados”, que también hirió a la primera dama.

“Nuestro país reafirma una vez más su solidaridad con el pueblo y Gobierno de Haití, y manifiesta su rechazo hacia el uso de cualquier forma de violencia”, se afirmó en el texto en donde, además, se afirmó: “La Argentina, espera que se recupere prontamente la paz y la tranquilidad en el país y pide respetar las instituciones democráticas. A su vez, hace un llamado para que los autores del crimen sean rápidamente identificados a fin de que se hagan responsables de sus actos”.

El crimen de Moise se concretó en su residencia del barrio de Pelerin, de Puerto Príncipe, informó el primer ministro interino de Haití , Claude Joseph, que llamó a la calma de la población, aseguró que la “situación de seguridad del país está bajo control” y que la policía y el ejército se encargan de mantener el orden. También condenó el magnicidio, que calificó como “un acto de barbarie”.

El presidente de Haití venía gobernando por decreto luego del retraso de las elecciones previstas para 2018 y lideraba el gobierno en medio de fuertes disputas sobre cuándo terminaría su mandato.

Tras la difusión pública del crimen, República Dominicana cerró su frontera con Haití, según informó a la agencia de noticias EFE una fuente militar. El presidente Luis Abinader ordenó el cierre de los cuatro pasos fronterizos y dispuso el refuerzo de la vigilancia en la zona.

Con el magnicidio del haitiano Moise, suman siete los presidentes latinoamericanos asesinados mientras se encontraban en ejercicio de su mandato desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad: Gualberto Villarroel, presidente de Bolivia, asesinado el 21 de julio de 1946 en las calles de La Paz; Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Venezuela, ejecutado el 13 de noviembre de 1950 en una emboscada tendida en una calle residencial de Caracas.

También José Antonio Remón, presidente de Panamá, asesinado el 2 de enero de 1955 por una ráfaga de ametralladora en el hipódromo Juan Franco; Anastasio Somoza García, presidente de Nicaragua, ultimado el 21 de septiembre de 1956. Lo balearon en un acto proselitista.

Carlos Castillo Armas, presidente de Guatemala, asesinado el 26 de julio de 1957. Un guardia militar, Romeo Vázquez Sánchez, le disparó cuatro tiros y luego se suicidó. En tanto, Rafael Leónidas Trujillo, presidente de la República Dominicana, fue ejecutado el 30 de mayo de 1961.

En sintonía con Argentina, y a través de las redes sociales, el presidente de Colombia, Iván Duque, se expresó sobre el crimen del mandatario haitiano. “Rechazamos el vil asesinato del Presidente de Haití, Jovenel Moise. Es un acto cobarde y lleno de barbarie contra todo el pueblo haitiano. Nuestra solidaridad con la nación hermana y la familia de un gran amigo de Colombia”.

“Respaldamos las instituciones y la democracia, y solicitamos a la Organización de Estados Americanos (OEA) una misión urgente para proteger el orden democrático”, completó.

Por su lado, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, indicó: “España condena firmemente el asesinato. Nuestras condolencias a su familia y nuestra solidaridad con el pueblo haitiano. Hacemos un llamamiento a la unidad de las fuerzas políticas para encontrar una salida a la grave crisis que vive el país”.

Fuente: Infobae