El ataúd de la reina Isabel II salió este domingo de Balmoral, la finca escocesa donde su majestad tenía uno de sus castillos favoritos, en lo que será el inicio de un largo viaje a Londres para recibir un funeral de Estado tras 70 años en el trono.

Los guardias de Balmoral, la residencia de verano donde murió la reina el jueves, trasladaron el ataúd de roble de la soberana desde el salón de baile del castillo a un auto fúnebre para iniciar un recorrido de seis horas y 280 kilómetros por localidades escocesas hacia el palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo. El coche partió cerca de las 6 de la mañana, hora de Argentina.

Había gente esperando en el recorrido previsto, mientras el país lloraba a la monarca que ocupó su trono durante más tiempo, la única que han conocido la mayoría de los británicos. El domingo por la mañana se veían flores y otras ofrendas -un pequeño oso Paddington de peluche, un retrato a mano de la reina- ante las puertas de Balmoral.

Entre las flores colocadas ante las puertas había también un sándwich de mermelada, el aperitivo preferido del oso Paddington, con el mensaje “un sándwich de mermelada para su viaje, señora”.

El solemne viaje del domingo por Escocia arranca al día siguiente de que el hijo mayor de la reina fuera proclamado oficialmente nuevo monarca, el rey Carlos III, en una fastuosa ceremonia impregnada de antiguas tradiciones y simbolismo político.

“Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y onerosas responsabilidades de la soberanía, que ahora me han sido entregadas”, dijo Carlos al asumir las tareas de reinado.

Carlos III será proclamado rey el domingo en localidades inglesas y en los otros países del Reino Unido: Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Antes se habían hecho proclamaciones en otros lugares de la Mancomunidad, que agrupa a excolonias británicas como Australia y Nueva Zelanda.

En la capital de Nueva Zelanda, Wellington, la representante de la corona, la gobernadora general Cindy Kiro dijo que “en nombre de los neozelandeses, transmito al rey Carlos nuestra lealtad y apoyo y deseos de un largo y feliz reinado”.

Incluso durante el duelo por su madre, Carlos trabajaba. Tenía previsto reunirse en el Palacio de Buckingham con el secretario general de la Mancomunidad, un grupo de países que lidiaba con el afecto por la reina y la amargura persistente por su legado colonial. Esa herencia incluye desde la esclavitud a los castigos corporales en escuelas africanas o las antigüedades saqueadas que permanecen en instituciones británicas.

En medio del pesar en la Casa de Windsor había indicios de una posible reconciliación familiar. El príncipe Guillermo y su hermano Enrique, junto con sus esposas, Kate, la princesa de Gales, y Meghan, duquesa de Sussex, salieron a saludar a los dolientes cerca del Castillo de Windsor con una inesperada aparición conjunta el sábado.

El último viaje de Isabel

El trayecto hasta Edimburgo, que durará unas seis horas, cubrirá, además de Ballater, las localidades de Aberdeen y Dundee. El féretro con los restos mortales de la reina entrará sobre las 12 en el palacio de Holyroodhouse antes de que este lunes sea trasladado hasta la cercana catedral de St. Giles.

Así, el cortejo fúnebre saldrá el lunes de la residencia real para avanzar en procesión por la avenida Royal Mile -que une Holyroodhouse con el castillo de Edimburgo- hasta St Giles, donde habrá un servicio religioso al que asistirán miembros de la familia real, incluido el rey Carlos III. El ataúd de la soberana permanecerá unas 24 horas en la catedral para que la población pueda rendirle tributo.

El martes, los restos mortales serán llevados a la capital británica de cara al funeral de Estado que tendrá lugar el próximo 19 de septiembre en la Abadía de Westminster. Aunque en un principio estaba previsto que el féretro fuera llevado en el tren real desde la estación de Waverley, en Edimburgo, hasta la estación de King’s Cross, en Londres, lo hará en un avión oficial en el que viajará la princesa Ana.

Luego se llevará del Palacio de Buckingham al Parlamento, donde habrá una capilla ardiente hasta el funeral en la Abadía de Westminster el 19 de septiembre, fecha en que se realizará el funeral de estado.