El número de desempleados registrados en los servicios públicos de empleo en España alcanzó en febrero los 4,29 millones, la cifra más alta de los últimos 15 años, evidenciando los problemas de la economía ibérica para superar la recesión y recuperar su mercado laboral, informó ayer el Gobierno.

El incremento fue de 68.260 personas en comparación con enero, lo que supone una subida del 1,6 por ciento en el número de desocupados que se inscriben para cobrar subsidios. La tasa de desempleo, cuya cifra se elabora trimestralmente, está situada en el 20,3 por ciento de la población, después de un leve descenso en el tercer trimestre de 2010 que resultó ser un espejismo.

Según los datos divulgados ayer por el Ministerio español de Trabajo, la cifra de personas registradas en los servicios públicos de empleo asciende a 4.299.263, la más alta desde 1996, año desde el que se tienen datos disponibles.

En febrero, el desempleo subió un 1,6 por ciento con respecto al mes anterior y un 4 por ciento en términos interanuales.

El paro creció en todos los sectores económicos, pero sobre todo en el de los servicios, motor de la economía española, en el que se incrementó en 39.569 personas (1,6 por ciento).

El sector agrícola registró 8.614 nuevos desempleados (un 6,6 por ciento más), la industria 3.559 (0,7 por ciento) y la construcción, 2.550 (0,3 por ciento).

Las cifras de contratos y de afiliación a la Seguridad Social de febrero también ofrecen un panorama negativo, en unos momentos en que las autoridades españolas sostienen que la economía española se encamina hacia la senda de la recuperación.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró este lunes que la recuperación económica "se va a confirmar en el primer trimestre del año".

La crisis económica que sufre España, unida al derrumbe del sector inmobiliario, se han traducido en una gran destrucción de

puestos de trabajo. Los inmigrantes, que registraron un gran incremento en la última década, sufren directamente los efectos de la crisis por la destrucción de empleo en los sectores en los que muchos de ellos trabajaban, construcción y servicios, principalmente, y por carecer de la red de apoyo familiar que tienen los españoles.

Según los datos de febrero, entre los extranjeros el desempleo subió un 1,95 por ciento con respecto a enero y un 4,58 por ciento en términos interanuales, porcentajes en ambos casos superiores a la media. Con un incremento de 12.090 personas en febrero y 27.647 en el último año, en España hay 631.366 extranjeros registrados como desempleados en las oficinas públicas, la mayor parte en el sector servicios (322.254) y en la construcción (149.235).