En las últimas semanas hubo diversas especulaciones en torno a un posible encuentro entre el papa Francisco y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Finalmente, ayer se supo que la reunión se concretará el próximo 24 de mayo, a las 8.30 de la mañana, hora de Roma (cinco horas menos en Argentina), en el Palacio Apostólico Vaticano.

 

El papa Francisco recibirá en audiencia al presidente Donald Trump y ambos discutirán una agenda abierta que incluirán los temas más críticos de la actualidad, desde los riesgos de una Tercera Guerra Mundial al fenómeno de los dramáticos movimientos migratorios y a los cambios climáticos en el planeta.

 

El Presidente llegará al Vaticano en el marco de su primera gira internacional y tras su encuentro con el Sumo Pontífice se reunirá con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el “primer ministro” del Papa, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Gallagher. Después será recibido en el Palacio del Quirinale de Roma por el jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella.

 

Hasta ahora, el encontronazo más duro entre Francisco y Trump tuvo lugar durante la visita del Papa a México y la misa que celebró en la frontera con Estados Unidos, presidida por un muro. Eran los tiempos de la campaña electoral que ganó Trump, en febrero de 2016.

 

En una entrevista por televisión, el candidato Trump respondió a la misa del Papa entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, definiendo al obispo de Roma como “una persona muy política que no comprende los problemas que tiene nuestro país”. Donald denunció también “el peligro del confín abierto que tenemos con México”. Por su parte, ante una pregunta periodística, Francisco declaró que “una persona que piensa solo en hacer muros, sea donde sea, y no en construir puentes, no es cristiana”.

 

Trump respondió que “para un líder religioso es escandaloso dudar de la fe de una persona”. Con tono burlón, el magnate lanzó la hipótesis de un ataque de los yihadistas islámicos al Vaticano y dijo que “el Papa querrá y rezará para que Donald Trump sea presidente porque conmigo esto no podría ocurrir”.

 

Cuando el actual presidente juró sobre la Biblia al asumir el cargo, interrogado Francisco, comentó: “Veremos qué hará y entonces se evaluará. Siempre en concreto. El cristianismo es concreto o no es cristianismo”.