Inéditas. Fotos inéditas de la NASA, la agencia espacial estadounidense, sobre la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969.

Una frase histórica, millones de espectadores y hasta un banderín argentino forman parte de tantos testimonios sobre un paso histórico ocurrido hace 5 décadas: la llegada del hombre a la Luna.

Sin seguro: La tripulación del Apolo 11 tuvo que viajar a la Luna sin seguro de vida, pues ninguna compañía quería asumir el riesgo. La solución la acabó dando un grupo filatélico, que fue crear unas tarjetas postales con un diseño especial y la firma de los tres astronautas que protagonizaron la misión, las cuales quedaron en posesión de sus familias por si la misión fallaba.

Lencería: Los trajes espaciales de la misión Apolo 11 fueron confeccionados a mano por trabajadores de la marca de lencería Playtex. Estaban compuestos por 21 capas aislantes y protectoras hechas con diferentes materiales como neopreno y teflón.

Fallas: Horas antes del lanzamiento, un fallo en uno de los satélites amenazó con frustrar la misión, pero apenas dos horas antes de la hora especialistas de Telefónica Nacional de España y de la NASA consiguen una solución que garantiza la comunicación permanente con los astronautas.

Hito. Los astronautas que encabezaron la misión a la Luna de 1969 vinieron a Argentina meses después de aquel hito espacial.

Frase histórica: "Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad". Esta es la frase que dijo el astronauta Neil Armstrong al pisar la Luna, una frase con la que después hubo polémica: ¿un pequeño paso para "el hombre" o para "un hombre"? Él siempre insistió en que dijo para "un hombre" y las tecnologías más avanzadas, como un software de edición de sonido, además de expertos en lingüística y audio, le dieron la razón casi cuatro décadas después.

Bandera: La bandera de la misión Apolo 11 ya no está en el mismo lugar; la situaron demasiado cerca del módulo lunar y este la tiró al suelo cuando arrancaron los motores para abandonar la Luna. Quedan otras cinco banderas de misiones posteriores, aunque ahora son blancas por la radiación ultravioleta.

Bares: Los espectadores que asistieron al lanzamiento desde Cabo Cañaveral se encontraban a 5,6 kilómetros de distancia de la zona de despegue. La NASA había calculado que la distancia mínima de seguridad para observar tal acontecimiento era 4,8 kilómetros, por si había una explosión. Desde casas y bares, 600 millones de telespectadores del mundo escucharon las primeras palabras de Armstrong.

Millonaria: La casa de subastas Sotheby"s vendió por 1,8 millones de dólares una bolsa con restos de polvo lunar utilizada por Armstrong. La bolsa podría ser la única muestra de material lunar que se encuentra legalmente en manos privadas, ya que la mayor parte del equipamiento del Apolo 11 se conserva en la colección del Museo Smithsonian de Washington. Debido a un malentendido burocrático, fue ofrecida por error en una subasta pública en febrero de 2015 y terminó en manos de una abogada de Chicago, Nancy Lee Carlson, que la adquirió por 995 dólares. Carlson envió el polvo gris oscuro a la NASA, que verificó su autenticidad y lo confiscó como propiedad del gobierno, ya que la posesión privada de objetos lunares está prohibida. La abogada presentó una demanda y un juez determinó que, al haberla adquirido legalmente, tenía derecho a conservarla. Nancy subastó la bolsa por 1,8 millones de dólares. Fue una afortunada venta teniendo en cuenta que había comprado la bolsa por 995 dólares.

Aldrin ha sido el único astronauta que ha celebrado un oficio religioso en la Luna.

Religioso: Buzz Aldrin, que pisó la Luna el 20 de julio de 1969 junto con Armstrong, ha sido el único astronauta que ha celebrado un oficio religioso en la Luna: pidió permiso a la iglesia presbiteriana para poder tomar la comunión, por eso se llevó un lote compuesto de una forma sagrada y un poco de vino.

Banderín de Independiente: ¿Viajó a la Luna un banderín de Independiente? Boris Lisnovsky, exvicepresidente de este club, dice que sí. La prensa cuenta que todo partió de una idea de Héctor Rodríguez, por entonces secretario de Relaciones Públicas del club de Avellaneda, quien propuso convertir a los tres astronautas en socios honorarios. Después, se les mandó un banderín y equipamiento. En su visita a Argentina, durante la gira mundial, Armstrong, relata el propio Lisnovsky, es el que desvela que sí se llevaron el banderín y que había sido un amuleto para ellos. Efe