El papa Francisco publicó ayer la reforma de buena parte del Derecho Canónico, que incluye la tipificación de los abusos a menores como "delitos contra la dignidad y la vida".

Jorge Bergoglio incorporó al Derecho Canónico los delitos de abusos a menores y la posesión de pornografía infantil como crímenes "contra la vida y la dignidad", según una nueva Constitución en materia penal para la Iglesia publicada ayer por el Vaticano que busca "responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia en todo el mundo".

La nueva normativa, que entrará en vigencia el 8 de diciembre y requirió más de 12 años de estudio, incorpora también la criminalización de los abusos a mayores y las agresiones sexuales cometidas por laicos.

A través de la Constitución Apostólica Pascite Gregem Dei ("Alimenta el rebaño de Dios"), el pontífice dio ayer un paso más en su lucha contra la pederastía dentro de la Curia y enfatizó las herramientas penales con las que la Iglesia sancionará esas conductas, que pasarán a estar calificadas como uno de los "delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre".

La modificación penal, que reemplaza normas de 1983, marca el enfoque integral que le da el Papa a la problemática de los abusos, penalizando a los autores materiales y también a los encubridores, en un capítulo más de la batería legal que Francisco ha ido impulsando desde 2018.

Además, la nueva disposición penal dada a conocer ayer plantea a través de la reforma del Libro VI del Código de Derecho Canónico que también serán penalizados ese tipo de delitos cometidos por laicos que ocupen funciones en la Iglesia, que antes quedaban fuera del radar de las sanciones vaticanas, y ya no sólo los cometidos por religiosos.

Nueva disposición penal


Título:Histórico giro del papa Francisco para criminalizar el abuso sexual en la Iglesia Con los cambios, tipifican abusos a menores como "delitos contra la dignidad y la vida".
El papa Francisco publicó ayer la reforma de buena parte del Derecho Canónico, que incluye la tipificación de los abusos a menores como "delitos contra la dignidad y la vida".

Jorge Bergoglio incorporó al Derecho Canónico los delitos de abusos a menores y la posesión de pornografía infantil como crímenes "contra la vida y la dignidad", según una nueva Constitución en materia penal para la Iglesia publicada ayer por el Vaticano que busca "responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia en todo el mundo".

La nueva normativa, que entrará en vigencia el 8 de diciembre y requirió más de 12 años de estudio, incorpora también la criminalización de los abusos a mayores y las agresiones sexuales cometidas por laicos.

A través de la Constitución Apostólica Pascite Gregem Dei ("Alimenta el rebaño de Dios"), el pontífice dio ayer un paso más en su lucha contra la pederastía dentro de la Curia y enfatizó las herramientas penales con las que la Iglesia sancionará esas conductas, que pasarán a estar calificadas como uno de los "delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre".

La modificación penal, que reemplaza normas de 1983, marca el enfoque integral que le da el Papa a la problemática de los abusos, penalizando a los autores materiales y también a los encubridores, en un capítulo más de la batería legal que Francisco ha ido impulsando desde 2018.

Además, la nueva disposición penal dada a conocer ayer plantea a través de la reforma del Libro VI del Código de Derecho Canónico que también serán penalizados ese tipo de delitos cometidos por laicos que ocupen funciones en la Iglesia, que antes quedaban fuera del radar de las sanciones vaticanas, y ya no sólo los cometidos por religiosos.

El nuevo canon 1398 dispone que "sea castigado con la privación del oficio y con otras justas penas, sin excluir, si el caso lo requiriese, la expulsión del estado clerical" el clérigo que "comete un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo con un menor o con persona que habitualmente tiene un uso imperfecto de la razón o a la que el derecho reconoce igual tutela".

También será castigado quien "recluta o induce a un menor, o a una persona que habitualmente tiene un uso imperfecto de la razón, o a la que el derecho reconoce igual tutela, para que se exponga pornográficamente o para participar a exhibiciones pornográficas, tanto verdaderas como simuladas" o quien "inmoralmente adquiere, conserva, exhibe o divulga, en cualquier forma y con cualquier instrumento, imágenes pornográficas de menores o de personas que habitualmente tienen un uso imperfecto de la razón".

Hasta la reforma de hoy, los crímenes vinculados a los abusos se consideraban dentro del encuadre general de "delitos contra obligaciones especiales".

Según explicó el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos Juan Arrieta al presentar ayer la nueva legislación en el Vaticano, a partir de ahora, serán juzgadas "las acciones realizadas no sólo por parte de los clérigos", sino también "crímenes de este tipo cometidos por religiosos no clericales y por laicos que ocupan algunos roles en la Iglesia, así como cualquier comportamiento de este tipo hacia adultos pero cometidos con violencia o abuso de autoridad".

Casos icónicos como el del laico peruano Luis Figari, acusado de múltiples delitos sexuales pero solo "apartado" por la Santa Sede, podrían ahora tener castigos más firmes.

Destacado:Sobre asuntos económicos
Además de las nuevas disposiciones en materia de lucha contra los abusos, las reformas de ayer introducen también nuevos delitos en asuntos económicos y financieros para buscar "la absoluta transparencia de las actividades institucionales de la Iglesia", explicó el presidente del Pontificio Consejo, Filippo Iannone. La nueva legislación dispone penas para "el clérigo o el religioso que, aparte de los casos ya previstos por el derecho, comete un delito en materia económica", al tiempo que mantiene "la obligación de reparar el daño".