El presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se dieron un apretón de manos al inicio hoy de su histórica cumbre en Singapur, la primera de la historia entre los dos países.

Trump entró por la derecha y Kim por la izquierda a un patio del hotel de estilo colonial británico, y se estrecharon la mano sobre una alfombra roja y frente a una decena de banderas de Estados Unidos y Corea del Norte.

El presidente estadounidense dijo unas pocas palabras al líder norcoreano y le tocó levemente el brazo derecho, mientras Kim permanecía en silencio.

En sus primeras declaraciones ante los medios, Trump auguró una "relación fantástica" con Kim. Por su parte el dictador norcoreano dijo a través de un intérprete que el camino para llegar a las conversaciones no fue fácil. "Superamos malas prácticas del pasado y estamos aquí ahora", afirmó.