El evento astronómico que se observará desde la Tierra este miércoles 31 de enero está compuesto de tres factores poco usuales que juntos hacen un show no visto desde marzo de 1866: un eclipse de superluna azul de sangre.

 

El término luna azul (traducción de blue moon, en inglés) se refiere a la segunda luna llena que se produce en un mes. Por ello, es una cuestión meramente de plazos, y no tiene que ver con el color del satélite.

 

Esta luna llena es también la tercera de una serie de superlunas, que se producen cuando la luna está más cerca de la Tierra en su órbita. Este punto, llamado perigeo, hace que la luna parezca hasta un 14% más grande y 30% más brillante.

 

 

 

 

 

 

Durante el eclipse, la luna se deslizará hacia la sombra de la Tierra, pasando gradualmente de un disco blanco de luz a naranja o rojo, al reflejarse la luz solar a través de la atmósfera. De allí el apodo de “luna de sangre”.

 

El alineamiento del sol, la luna y la Tierra durará una hora y 16 minutos. El fenómeno comenzará a notarse poco antes de las 11 GMT, tendrá su momento máximo a las 12:51 y finalizará a las 16:08.

 

Sin embargo, la mayoría de la población latinoamericana se perderá el show astronómico, que podrá verse en algunas partes del oeste de América del Norte, Asia, Medio Oriente y Australia.

 

Contrariamente a los eclipses solares, el lunar puede verse sin necesidad de anteojos protectores.