Alrededor de 50.000 personas, según cifras policiales, participaron de una marcha pacífica contra la cumbre del G20 en la ciudad alemana de Hamburgo, tras dos días de violentas manifestaciones en las que algunos grupos quemaron autos y destrozaron negocios antes de ser reprimidos por la policía.
 

 

Las protestas concluyeron con 143 manifestantes detenidos y 122 arrestos temporales, informó el Ministerio del Interior de Hamburgo, que cifró el número de policías heridos en 213 aunque no brindó información sobre los manifestantes lesionados.
 

"Los manifestantes violentos siguen en la ciudad", apuntó el responsable de Interior de la ciudad-estado, Andy Grote, quien llamó a los convocantes de las diversas marchas previstas a "distanciarse" de los radicales y a comunicarse con las fuerzas de seguridad en caso de detectar la presencia de éstos en sus actos.

Los disturbios se concentraron en la calle en la que se encuentra la casa ocupada por Rote Flora, convocante de la marcha de la izquierda radical "Welcome to hell (Bienvenido al infiero)", el jueves, donde se originaron los primeros disturbios violentos.