Puerto Rico, 30 de mayo.- El protagonista de esta historia es David Morales Colón, y ya no está en este mundo. Trabajaba con la máquina de dos ruedas como mensajero y pidió que si se moría, quería ser velado sobre ella.

La cuestión es que Colón fue acribillado, en lo que aparentó ser un ajuste de cuentas.

Los empleados de la funeraria Marín se prestaron a cumplir con la última voluntad. Los amigos de quien apodaban "El Matatán", no pudieron evitar el asombro de ver al joven motorizado… ¡como si estuviera vivo!.

La novedosa capilla ardiente movilizó durante dos días a cientos de curiosos, que tomaron fotos y grabaron videos. José Torres, tío del difunto, dijo que este inusual velorio era su regalo y el recuerdo que le quedaba de su sobrino.

Posteriormente, el cuerpo de Morales fue colocado en un ataúd para ser sepultado.

Esta no es la primera vez que la funeraria Marín muestra llamativos velatorios. En 2008, tuvieron el caso del "muerto parao". Ángel Luis ‘Pedrito’ Pantojas Medina, otro joven con antecedentes penales, tenía la obsesión de que lo velaran "parao", y así lo hicieron.

Pavada de profesionales, aunque mejor, que demuestren su arte con otros.