Alemania, 4 de diciembre.- Los habitantes de la ciudad de Coblenza, a un radio de 1,8 kilómetros en torno al lugar, tuvieron que abandonar la zona antes de las 08.00, hora GMT. Cerca de la mitad de la población está afectada.

Para llevar a cabo el trabajo fueron movilizados 2.500 miembros de los servicios de socorro, informaron los bomberos. Dos hospitales, siete hogares de ancianos, una cárcel y varios hoteles tuvieron que ser evacuados y el tráfico fue interrumpido en la estación de trenes local.

La bomba inglesa fue descubierta a finales de noviembre por la caída del nivel de las aguas. Los trabajos también incluyen el desarme de un artefacto estadounidense de 125 kilos.

Más de 60 años después del final de la guerra, el subsuelo alemán está lleno de peligros, vestigios de los intensos ataques aliados contra la Alemania nazi, que emergen regularmente, sobre todo con motivo de obras de construcción.

Las autoridades estiman que hay unas 3.000 bombas solo en el subsuelo de Berlín. En junio de 2010, tres artificieros que intentaban desactivar un elemento de 500 kilos perdieron la vida en Göttingen (centro) por su explosión.