En los últimos meses se registraron en España las primeras denuncias de pinchazos a mujeres en distintas provincias. Estas agresiones provocaron mareos y somnolencia en las víctimas pero, hasta el momento, las acusaciones no incluyen delitos de abuso ni robo. Sin embargo, con el aumento de casos, el temor dentro del país aumenta.

La investigación continúa en curso y la Policía no descarta ninguna hipótesis, pero todavía no se conoce la finalidad de estos pinchazos.

Muchas de las víctimas acusan haber experimentado una sensación de mareo, somnolencia y un estado de semiinconsciencia por un determinado período de tiempo. Pese a ello, los médicos no lograron detectar tóxicos en sangre.

Es por eso que la policía de Catalunya pide prudencia en el trato de los casos y descarta hablar de una nueva técnica de sumisión química ya que, en los casos denunciados, no se produjo agresión posterior y se desconoce si se utilizó alguna sustancia tóxica.

Los especialistas aseguran que es muy complejo detectarlas porque, de tratarse de algún tipo de químico, estos desaparecen rápidamente de la sangre.

Otros países europeos registraron situaciones similares en el último tiempo. La policía de Reino Unido contabilizó más de 1300 casos, desde septiembre de 2021 hasta enero de 2022, en lugares nocturnos. Por su parte, la Dirección Nacional de Policía (DGPN) de Francia informó que hasta el 16 de junio se habían producido más de 1000 pinchazos y que un total de 800 personas decidieron denunciarlos.

Los casos en España

Desde el pasado 10 de julio, en Catalunya hubo 21 denuncias. Hay 12 casos en Lloret, 7 en Barcelona, uno en Girona y uno en Salou a una menor de edad. La joven, de 17 años, denunció que durante la madrugada del domingo pasado la habían pinchado en una discoteca de Salou, sintió mareos y tuvo que ser trasladada al hospital.

En ninguno de los casos se produjo un delito posterior. La Generalitat ha actualizado su protocolo de actuación para abordar estos casos. Este documento detalla que “se valorará la activación del protocolo de profilaxis post exposición al VIH” y “establece la necesidad de hacer un análisis de tóxicos”.

En el País Vasco, al menos una docena de mujeres denunciaron recibir pinchazos en recintos festivos y espacios de ocio. Al igual que en Catalunya, en ninguno de los casos se encontraron restos de inoculación de sustancias tóxicas, pero en todos la víctima asegura haber sentido un pinchazo, principalmente en el brazo o pierna, y posteriormente la detección de síntomas.

En Asturias se investiga la denuncia de un pinchazo a una niña de 13 años, a quien sí se le detectó la presencia de sustancias tóxicas en el cuerpo. La pequeña notó que algo la pinchó cuando se encontraba con amigas durante una fiesta, pero, por fortuna, no se encontraba lejos de sus padres y rápidamente acudió a ellos.

También en las ciudades de Cantabria y Andalucía se registraron casos en el último fin de semana.

El testimonio de una víctima

El diario La Vanguardia entrevistó a una joven que fue víctima de esta técnica. “Estaba con mis amigas en la discoteca cuando de golpe noté un pinchazo”, aseguró Miriam Alba, de 20 años. En un primer momento, no le dio importancia importancia, pero rápidamente se miró la pierna y notó una marca. “Fuimos corriendo al vigilante de seguridad para pedir ayuda. Si no hubiera estado con mis amigas no sé qué hubiera sido de mí”. Al cabo de diez minutos se desplomó.

La joven quedó semiinconsciente, se sentía muy mareada y veía borroso. Los trabajadores de la discoteca Arena, en Barcelona, la asistieron rápidamente y llamaron a la policía y a la ambulancia. A partir de ese momento, Miriam estuvo entre 2-3 horas en un estado de semiinconsciencia y con su “voluntad completamente anulada”.

La mayoría de las víctimas son chicas jóvenes y, en todos los casos, recibieron un pinchazo en el interior de un local nocturno. Además, en los que fueron denunciados, las mujeres recibieron asistencia inmediata y la situación no pasó a mayores.