Después de más de un mes de protestas de los chalecos amarillos y de un pedido unánime de la oposición de enfrentar el creciente malestar social, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró hoy "una emergencia económica y social" y anunció un aumento del salario mínimo y una reducción de impuestos para la clase trabajadora y los jubilados. En un discurso a la nación televisado e inusualmente corto de 13 minutos, Macron anunció que el salario mensual mínimo aumentará 100 euros desde 2019 "sin que tenga costo para los empleadores", por lo que se descarta que supondrá algún tipo de subsidio estatal. Además, el mandatario adelantó una propuesta para que las horas extras no sean gravadas de ninguna manera desde el año próximo. Las horas extras son claves para el bolsillo de los trabajadores franceses ya que son la herramienta institucionalizada que usaron los sucesivos gobiernos de las últimas décadas para esquivar el sistema de las 25 horas laborales por semana que impuso un gobierno socialista en el año 2000. Macron, quien por primera asume el protagonismo de la respuesta estatal a las masivas protestas del movimiento de los chalecos amarillos, también les pidió a los empresarios que ayuden en estos momentos de convulsión social y que den un bono de fin de año a sus empleados, que no será gravado con impuestos ni con cargas sociales. Por último, Macron anunció la suspensión del aumento de la Contribución Social Generalizada (CSG) en 2019 para los jubilados que cobren menos de 2.000 euros por mes.