Desde el comienzo de la pandemia por coronavirus, se determinó que no se debía realizar respiración b oca a boca en las maniobras de resucitación. Si bien ya se había dejado de hacer hace tiempo, volvieron a explicar que es innecesario, y muy riesgoso para el que la practique.

Sin embargo, durante un velatorio, los familiares del deudo desoyeron estas recomendaciones cuando creyeron escuchar ruidos provenientes del ataúd. Si bien llamaron a una ambulancia del servicio de emergencias, como demoraba en llegar retiraron el cuerpo del cajón y comenzaron a presionarle el pecho.

Uno de sus allegados, incluso, le hizo respiración boca a boca, sin pensar en los riesgos de contagio, aun sabiendo que había fallecido por coronavirus. Así lo informó el diario El Sol de Laguna. El episodio sucedió en la ciudad de Santa Rosalía de Camargo, ubicada en el estado de Chihuahua, México.

El fallecido, un hombre de 37 años de edad, padecía una afección respiratoria, por lo que desde la casa mortuoria tomaron todos los recaudos necesarios. Las normas internacionales señalan que se deben utilizar bolsas herméticas con un grosor especial para envolver herméticamente el cuerpo. Y el velatorio no debe exceder las tres horas de duración. Por último, se recomienda la cremación de los restos.

Los responsables de la empresa encargada del sepelio, “Funerales Bañuelos” aseguraron que respetaron el protocolo: embolsaron el cadáver, lo enrollaron en hule y lo colocaron en el ataúd previamente sanitizado. Cuando llegó la ambulancia, los médicos constataron el deceso, y ordenaron el aislamiento preventivo de todas las personas que habían estado en contacto con el cuerpo.