La encarcelada activista iraní Narges Mohammadi fue galardonada ayer con el Premio Nobel de la Paz, según decidió el Comité Noruego, que puso así de relieve la opresión de las mujeres, así como la situación de derechos humanos en general en el país islámico, sacudido por una serie de protestas después de que el año pasado una joven muriera bajo custodia policial por no usar correctamente el velo.

"El Comité Noruego del Nobel ha decidido conceder el Premio Nobel de la Paz 2023 a Narges Mohammadi por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos", indicó el comunicado oficial.

El premio de este año, según el Comité, "también reconoce a los cientos de miles de personas que el año pasado se manifestaron contra las políticas de discriminación y opresión del régimen teocrático de Irán contra las mujeres".

El galardón se otorga pocos días después del primer aniversario de la muerte de la joven kurda Mahsa Amini, quien falleció a los 22 años tras ser detenida por vulnerar presuntamente el estricto código de vestimenta para las mujeres, un episodio que desató un amplio movimiento de protesta en la República Islámica que dejó varias centenas de muertos, entre ejecutados por decisión de la justicia y por la represión a las manifestaciones callejeras.

El 16 de septiembre, día del aniversario, Narges y otras tres prisioneras quemaron sus velos en el patio de la cárcel, según su cuenta de Instagram, gestionada por su familia.

Nacida en 1972, periodista y madre de gemelos adolescentes, Mohammadi fue arrestada en 13 ocasiones y condenada a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos, refirió la agencia de noticias Sputnik. El premio es de un millón de dólares.