Muchos países poco a poco vuelven a flexibilizar algunas actividades “no esenciales”, después de haber superado el pico de contagios por coronavirus, aunque Nueva Zelanda es un caso excepcional.

Después de haber dado de alta a su último paciente con positivo de Covid-19, el país decidió volver a la “nueva normalidad” tras haber controlado la pandemia.

Desde el inicio del brote, en la isla sólo hubo 1.154 casos positivos del virus, y 22 muertes, llamando la atención de todo el mundo por su tarea ante el confinamiento.

Fue una cuarentena estricta de siete semanas hasta mayo, generando los elogios de las organizaciones y países por controlar el coronavirus en un país con más de 5 millones de habitantes.

Ante esta noticia, desde el ministerio de Salud emitieron un comunicado advirtiendo que igualmente se tendrá en cuenta la evolución de la pandemia.

“No tener casos activos por primera vez desde el 28 de febrero es sin duda un hito importante en nuestro camino pero, como hemos dicho anteriormente, será esencial mantener la vigilancia contra la covid-19”, señaló Ashley Bloomfield, notablemente orgulloso por lo conseguido.

“El último caso no tenía síntomas desde hace 48 horas y se considera que se ha curado”, añadió el funcionario. Además, en el archipiélago del Pacífico Sur no hubo registro de casos por 17 días.

“No somos inmunes a lo que pasa en el resto del mundo, pero a diferencia del resto del mundo no solo hemos protegido la salud de los neozelandeses sino que comenzamos con nuestra recuperación económica”, expresó al respecto este lunes su primera ministra, Jacinda Ardern.