El exministro y exnúmero dos del Gobierno español, líder de la fuerza de izquierda Unidas Podemos y candidato a la Asamblea de Madrid, Pablo Iglesias, anunció hoy martes que se retira de la política, tras reconocer una contundente derrota en la capital a manos del conservador Partido Popular.

“Dejo todos mis cargos. Dejo la política entendida como política de partido e institucional”, aseguró el dirigente frente a sus seguidores en el bunker electoral en Madrid, luego de una campaña electoral cargada de agresiones, incluida una carta con balas y una amenaza de muerte contra Iglesias y su familia.

Iglesias había renunciado hace apenas semanas a la vicepresidencia del Gobierno para ser candidato en Madrid en busca de evitar un nuevo triunfo conservador, pero, aunque Unidas Podemos mejoró algo respecto de su desempeño en la capital en 2019, sus apenas 10 bancas en el legislativo capitalino suenan a poco.

"Que te hayan convertido en un chivo expiatorio hace que tu papel en tu organización y tu papel para mejorar la democracia en tu país se vea enormemente limitado y movilicen lo peor de los que odian la democracia. Y uno debe tomar decisiones y las tiene que tomar sin contemplaciones", explicó Iglesias, rodeado de buena parte de la plana mayor partidaria.

El exvice consideró “evidente que, al día de hoy, los resultados dejan claro” que su presencia no contribuyó “a sumar” y fue aún más tajante: “No soy una figura política que pueda contribuir a que en los próximos años nuestra fuerza política pueda consolidar su fuerza institucional”.

Iglesias insistió en que no quiere “ser un tapón para una renovación de liderazgos que se tiene que producir” en el partido y hasta especuló con que la ministra de Trabajo y vice tercera, Yolanda Díaz, “puede ser la próxima presidenta del Gobierno”.

“Yo no sé lo que es el destino; caminando fui lo que fui”, dijo Iglesias, al citar un fragmento de El Necio, una canción del trovador cubano Silvio Rodríguez.

Parte del descontento del ahora exvice puede explicarse también por el notable desempeño de Mas Madrid, una fuerza nueva, también de izquierda y liderada por su examigo y socio político Iñigo Errejón, que logró sumar 24 bancas y se convierte en la fuerza emergente del sector en esa ciudad.

Con una melena sujeta en una cola de caballo o un moño, este antiguo profesor de Ciencia Política de 42 años fue protagonista indiscutible de la política española desde la creación en 2014 del partido de izquierda Podemos, heredera del movimiento de los indignados y las masivas protestas contra la austeridad impulsada por la Unión Europea de 2011.

Con el puño en alto y gritando "Sí, se puede", Iglesias y sus camaradas de Podemos entraron en 2014 al Parlamento europeo y en 2015 pusieron fin junto a los centristas de Ciudadanos al bipartidismo de socialistas y conservadores en España.

Denunciando la austeridad y la "casta" política y económica, Podemos se convirtió en tercera fuerza del Congreso español, donde las formas y el aspecto de sus integrantes contrastaban con la solemnidad parlamentaria.

Frustrado su intento de rebasar a los socialistas como primera fuerza de izquierda, en 2018 terminó por entenderse con ellos para desbancar con una moción de censura al conservador Mariano Rajoy e investir al socialista Pedro Sánchez.

Con él, en enero de 2020, formó el primer gobierno de coalición de centro-izquierda de España tras la dictadura franquista y se convirtió en uno de los vicepresidentes del país.

Después de varios momentos de tensión y de diferencias dentro de la coalición de Gobierno, sorprendió al país al renunciar a ese cargo hace unas semanas para presentarse a las elecciones regionales de Madrid y tratar de que Unidas Podemos venciera en un bastión que le había sido provechoso en los inicios, pero donde hace años gobierna la derecha.

La arriesgada apuesta, sin embargo, terminó en sonado fracaso y hoy anunció lo que podría ser su última sorpresa: su salida de la política partidaria de España.