Cientos de rusos dieron este sábado su último adiós a Mijaíl Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, en una ceremonia sin la presencia del presidente Vladimir Putin.
El funeral se realizó en la Casa de los Sindicatos, un lugar simbólico de Moscú donde se velaron los restos de varios dignatarios comunistas, entre ellos los de Joseph Stalin en 1953, mientras que el entierro será este sábado mismo en el cementerio de Novodevichi, lugar en el que son inhumadas las grandes personalidades rusas.
Varios centenares de personas hicieron cola para ingresar al lugar y en el interior podía verse un gran retrato del difunto exdirigente junto a su féretro abierto.
A un lado estuvo sentada Irina, la hija de Gorbachov, junto con otros familiares del último líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), fallecido el martes pasado a los 91 años tras una "enfermedad grave y prolongada".
Flanqueando el féretro se encontraban dos guardias de uniforme, mientras los visitantes depositaban flores y se inclinaban en señal de respeto.
"La agenda del presidente no le permitirá estar allí", había anticipado esta semana el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, al adelantar la ausencia de Putin.
El líder ruso visitó el hospital moscovita donde murió Gorbachov para rendirle homenaje y colocar flores en su féretro.
En una carta de condolencias publicada por el Kremlin, Putin dijo que Gorbachov "fue un político y estadista que tuvo un enorme impacto en el curso de la historia mundial".
"Dirigió nuestro país durante un período de cambios complejos y dramáticos, de política exterior a gran escala y de retos económicos y sociales", agregó.
En tanto, en plena crisis abierta entre Moscú y las potencias occidentales a causa de la guerra en Ucrania, ningún gran dirigente mundial estuvo presente en la ceremonia.
El primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orban, cercano al Kremlin, fue el único líder extranjero que anunció su presencia. Aunque según la presidencia rusa, no está previsto ningún encuentro entre él y Putin.

