La alcaldía de San Pablo, la ciudad más populosa de Brasil, anunció ayer el reinicio gradual de las clases en octubre, pero no confirmó el regreso total del ciclo lectivo en medio de la pandemia de coronavirus, como pretende el presidente Jair Bolsonaro.

El alcalde Bruno Covas informó que a partir del 7 de octubre se retomará la actividad parcialmente en las escuelas primarias y secundarias, con clases de apoyo, mientras la actividad presencial podría volver en noviembre, una decisión que está sujeta a la evolución del cuadro sanitario.

El ciclo lectivo normal se reiniciará el 7 de octubre en las universidades e institutos de formación terciaria, en los que tendrán que respetarse normas de distanciamiento social y habrá un límite de alumnos por clase.

Covas, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro), reiteró este jueves que es preciso tomar decisiones conforme a lo que recomienda la ciencia y proceder con cautela.

Para ello, San Pablo está realizando miles de test serológicos con alumnos de las escuelas públicas y municipales a fin de contar con un cuadro riguroso del nivel de contagio y los riesgos que entraña la vuelta a clases para un eventual agravamiento de la pandemia de coronavirus.

Covas, que sufre de cáncer y ya estuvo infectado con Covid-19, es uno de los líderes de proyección nacional cuyas posiciones divergen claramente con el presidente, Jair Bolsonaro, quien se opone al aislamiento y otras normas contra el coronavirus recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Mandatario calificó como "absurdo" que las escuelas permanezcan cerradas en casi todo Brasil y criticó a los "gobernadores y alcaldes" que toman decisiones temerosos a la repercusión en los medios de comunicación.