El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, dijo este lunes que su país está "muy sólido" ante la crisis en Argentina, en tanto la vicepresidenta Lucía Topolansky calificó de "brutal" el acuerdo entre Buenos Aires y el FMI.

Luego de varios meses sin comunicación directa con la prensa, el mandatario buscó transmitir "total tranquilidad" a los uruguayos, señalando que "Uruguay está muy sólido desde el punto de vista financiero y económico" y sostuvo que "va a seguir creciendo".

Vázquez señaló que tampoco estima necesario revisar el presupuesto que el gobierno envió para aprobación al Congreso, y que prevé un crecimiento de 2,5% en 2018 y 3,3% en 2019, cifras que no se condicen con las proyecciones de analistas privados.

Uruguay lucha contra un abultado déficit fiscal de 4% del PIB y este combate depende en buena medida de la recaudación, que a su vez está supeditada a la actividad económica: si la proyección de crecimiento oficial no se cumple, el financiamiento del Estado podría verse golpeado.

Uruguay es altamente dependiente del turismo argentino. Y cuando se acerca la temporada estival, decidió reinstaurar una devolución del IVA de 22% a las compras con tarjeta de crédito por parte de visitantes extranjeros, en los rubros de restauración, alojamientos y alquiler de vehículos.