El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, presentó la renuncia en bloque a su cargo y de todo el gobierno antes de la reorganización que se espera para los próximos días, un intento del presidente Emmanuel Macron por abrir un nuevo capítulo para los dos últimos años de su mandato y salvar a su administración, fuertemente golpeada por la pandemia de coronavirus.

La noticia fue confirmada hoy por la oficina de la presidencia. Ayer durante una reunión, "el presidente de la república y el primer ministro se pusieron de acuerdo en la necesidad de formar un nuevo gobierno para encarnar una nueva etapa del quinquenio, un nuevo camino", anunció el Elíseo.

El objetivo de los cambios anunciados es encontrar un equipo para centrar los esfuerzos en relanzar la economía, muy golpeada por la crisis del Covid-19. La reorganización se da días después de un fuerte apoyo al partido verde, de tendencia ecologista y de izquierda, en las elecciones municipales, en las que Macron vio cómo su joven partido centrista era derrotado en las mayores ciudades del país.

Según se declaró, el gobierno saliente estará a cargo de la gestión de los asuntos corrientes hasta el nombramiento del nuevo gabinete. La composición de la nueva administración se conocerá antes del miércoles, según una fuente cercana a la presidencia. El nombre del primer ministro se sabrá en las próximas horas.

La gran incógnita es si el presidente mantendrá en sus equipos de trabajo a Edouard Philippe, conservador, o si buscará dar un giro a la izquierda para sus últimos dos años de mandato con miras a las elecciones presidenciales de 2022. El mandatario podría también querer teñir de verde su gobierno, tomando en cuenta el auge de los ecologistas, que conquistaron las alcaldías de varias de las principales ciudades.

"Un nuevo rumbo"

Además del golpe por el brote, el ejecutivo francés atravesó un período complicado con la movilización de los "chalecos amarillos", la huelga contra la reforma de las jubilaciones. Fue en medio de este contexto que Macron declaró anoche que Francia debe prepararse para una crisis económica "muy difícil". "Tenemos que trazar un nuevo rumbo", aseguró.

Un mes atrás el Banco de Francia estimó que el desempleo llegará al 10% a finales de 2020 y al 11,5% a mediados del año que viene, un nivel "por encima de precedentes históricos" de recesiones económicas.