El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez anunció este lunes desde La Moncloa que adelanta seis meses las elecciones generales y las convoca para el 23 de julio próximo.

Fue tras la celebración de los comicios del 28-M, en las que el PP arrebató al PSOE casi todo el poder autonómico y expandió el municipal.

Sánchez asumió la derrota electoral del 28-M en primera persona –según consignó el diario El País– y explicó: “Es mejor que los españoles tomen la palabra para definir el rumbo político del país”.

El Partido Socialista, que encabeza el Gobierno español, perdió poder al caer en 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobierna, entre ellas seis de las más grandes como Madrid, Málaga, Murcia, Sevilla, Valencia y Zaragoza, en el marco de las ecciones locales de este domingo. De esta manera, muestra su vulnerabilidad electoral antes de unos comicios generales a finales de año.

En Valencia y Sevilla, donde también se eligieron alcaldes, el escrutinio marcó que la mayoría se decantó por el conservador Partido Popular, que también obtuvo mayoría absoluta en la ciudad de Madrid.

Barcelona fue una excepción entre las grandes ciudades, ya que el partido más votado fue uno independentista por un margen tan estrecho que necesitará un acuerdo con el Partido Socialista (PSOE) para desbancar a la actual alcaldesa, la izquierdista Ada Colau.

El recuento en las comunidades autónomas arrojó cifras más ajustadas, pero la mayoría de las que ahora encabeza el PSOE -que gobierna el país en coalición con el partido de extrema izquierda Unidas Podemos- se inclinaron hacia la derecha con un estrecho margen.

Los avances del Partido Popular (PP) podrían desbancar a la actual coalición de izquierdas si se repiten durante el año, aunque para hacerse con el control de las regiones el PP probablemente tendrá que formar coaliciones con el partido de extrema derecha Vox.

Las cifras mostraron pocas mayorías claras, excepto en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, del PP, ganó la reelección con una mayoría absoluta.

La derrota los socialistas en la Comunidad Valenciana, con casi cinco millones de habitantes, representa un duro revés para el PSOE.