El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes que el general iraní Qasem Soleimani, muerto en un ataque estadounidense en Bagdad, debió haber sido asesinado "hace muchos años".

"El general Qasem Soleimani ha matado o gravemente herido a miles de estadounidenses durante un largo periodo y tramaba matar a muchos más... ¡pero fue atrapado!", escribió Trump en Twitter. "Era directa e indirectamente responsable de la muerte de millones de personas, incluso un gran número de manifestantes dentro mismo de Irán", sostuvo.

"Aunque Irán nunca lo admitirá adecuadamente, Soleimani era odiado y temido dentro de su país", recalcó Trump. "Debía ser asesinado hace muchos años", afirmó el presidente de Estados Unidos.

Decenas de miles de personas salieron a las calles de Teherán este viernes tras el ataque con un dron de Estados Unidos que mató en Irak al poderoso general Soleimani, al que Washington acusó de estar prepararando una "acción importante" contra sus intereses, mientras la comunidad internacional urgía moderación a todas las partes.

Trump dio la orden de "matar" a Soleimani después del ataque de una turba proiraní a la embajada estadounidense en Bagdad el martes. Soleimani era el jefe de la fuerza Al Quds, encargada de las operaciones exteriores en el seno de los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico iraní.

Murió de un disparo desde un dron contra el coche en el que viajaba. En el ataque, a las afueras del aeropuerto de Bagdad, murieron otras ocho personas, entre ellas Mehdi al Muhandis, número dos de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares mayoritariamente proiraníes integrados en el Estado iraquí.

La reacción del régimen iraní fue furiosa. El líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, pidió "severa venganza" por la muerte de Soleimani, la peor escalada en el pulso que mantienen desde hace años Irán y Estados Unidos en suelo iraquí.

Empleados estadounidenses en el sector petrolero iraquí abandonaron ese país, que desde hace meses vive además desgarrado por una revuelta popular contra el Estado y la clase política, acusada de corrupción