Estados Unidos, uno de los países que más ha contribuido al calentamiento global, abandonará el acuerdo de París, el principal paraguas para afrontar la lucha contra el cambio climático , y uno de los logros diplomáticos más importantes de la historia.
El presidente, Donald Trump , anunció la salida del histórico convenio en un breve mensaje en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca que puso fin a meses de especulaciones y a una brutal interna en su gobierno. Su gobierno, dijo, buscará un nuevo acuerdo.
"Para cumplir con mi deber solemne de proteger a Estados Unidos ya sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París, pero comenzará negociaciones para volver a entrar en el acuerdo de París, o en una transacción completamente nueva en términos justos para los Estados Unidos", anunció el presidente.
Con su decisión, Trump cumplió con una de sus promesas de campaña, y le brindó un espaldarazo al ala populista y nacionalista de su gobierno, liderada por su estratega, Stephen K. Bannon, y a los republicanos en el Congreso que han puesto en duda el vínculo entre el cambio climático y la actividad humana, respaldado por un sólido consenso científico.
Trump decidió sacar a Estados Unidos del acuerdo pese a la presión del G7, China, el papa Francisco, las Naciones Unidas, CEO de varias empresas de primera línea del país, todos los demócratas, un puñado de figuras republicanas y su propia hija, Ivanka Trump.
Una frase resumió su decisión, y, a la vez, su presidencia: "Me eligieron para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París".