Ucrania y Rusia se acusaron hoy mutuamente de haber bombardeado una caravana de autos de civiles en el límite entre la zona ucraniana y la región ocupada de Zaporiyia, en el sur, que causó al menos 30 muertos, entre ellos una niña, y 88 heridos, según el último balance de la policía de Kiev.

"30 muertos y 88 heridos tras otro crimen de guerra ruso en Zaporiyia", indicó en Facebook el jefe de la policía ucraniana, Igor Klimenko, quien añadió que entre los fallecidos figuran una niña de 11 años y un chico de 14, mientras "una niñita de 3 años también resultó herida".

El anterior balance daba cuenta de 25 muertos y 50 heridos.

De inmediato, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, calificó a Rusia de "Estado terrorista" y "escoria sanguinaria".

"Solo los terroristas completos pueden hacer eso y no deberían tener lugar en el mundo civilizado", expresó el mandatario en Telegram.

"Responderán por cada vida ucraniana perdida", señaló.


Por su parte, el gobernador ucraniano de la región, Oleksandr Starukh, contó que "el enemigo lanzó un ataque con cohete contra un convoy humanitario de civiles, gente que hacía cola para ir a la zona temporalmente ocupada para reunirse con los familiares, recibir ayuda".

"¡Ardan en el infierno, malditos rusos!", agregó, según reprodujo la agencia AFP.

El ataque ocurrió cerca de la ciudad de Zaporiyia, no lejos del punto de paso entre la parte de la región controlada por los ucranianos y la ocupada por el ejército ruso.

Un funcionario del Kremlin, por su parte, acusó a las fuerzas ucranianas de haber atacado los vehículos para evitar que los civiles acudieran a la zona ocupada.

Las fuerzas ucranianas "atacaron a nuestra gente, que estaban haciendo cola", acusó en Telegram un responsable de la ocupación regional, Vladimir Rogov.

"El régimen de Kiev está tratando de retratar lo que sucedió como bombardeo de tropas rusas, recurriendo a una provocación atroz", añadió.

Los dos bandos difundieron imágenes de autos con cristales rotos y cuerpos sin vida.

En Jerson, un alto responsable de la ocupación rusa murió anoche en un bombardeo ucraniano, anunciaron las autoridades locales.

Alexei Katerinichev, primer adjunto al jefe de la administración de la región de Jerson, a cargo de la seguridad, murió "en un bombardeo preciso" de las fuerzas ucranianas, con dos misiles lanzados por un sistema Himars contra su domicilio, indicó Kirill Stremoossov, citado por la agencia de noticias rusa TASS.

Parcialmente bajo control ruso, Jerson y Zaporiyia, en el sur de Ucrania, son dos de las cuatro regiones que Rusia anexó este viernes, junto con Lugansk y Donetsk, en el este ucraniano.

Las anexiones, que el gobierno de Vladimir Putin justifica en los resultados de referendos celebrados en las cuatro provincias en los últimos días, fueron rechazadas de plano por Ucrania y las potencias occidentales.