Dos personas murieron en la ciudad alemana de Halle, en Alemania, durante un tiroteo en las inmediaciones de una sinagoga. Los autores se dieron a la fuga tras disparar y arrojar una granada al cementerio judío. La policía anunció más tarde que uno de ellos ya se encuentra detenido, pero insiste en que la población se mantenga encerrada en sus viviendas.

"Se está trabajando con mucha presión. Informaremos cuando haya nuevos detalles", aseguró la policía en un comunicado.

El ataque se produjo en las cercanías de un templo judío, pero aún se desconoce si hay relación directa entre la sinagoga y el ataque, y si éste es por tanto un acto antisemita. Precisamente, hoy se celebra el Yom Kippur, la fiesta más sagrada del judaísmo, el día del perdón y del arrepentimiento.

Apenas una hora después de ese ataque, la policía de la ciudad de Landsberg, a sólo 15 kilómetros al este de Halle, informó que se habían producido disparos, si bien no existen por el momento indicios que relacionen los dos casos.

Las autoridades han ordenado el cierre inmediato de las estaciones de tren y de metro y han puesto en marcha un dispositivo de búsqueda. 

Por el momento se desconoce la identidad de las víctimas mortales, pero se apunta a que hay varios heridos.