Desafiando al presidente Nicolás  Maduro, el líder opositor de Venezuela Juan Guaidó llamó el  martes a los militares a buscar la salida del gobierno, pero el  mandatario aseguró tener la fidelidad de los jefes de las  Fuerzas Armadas, que chocaban contra cientos de manifestantes  frente a una base aérea.

                
Por varias horas, Guaidó, acompañado del dirigente Leopoldo  López -que hasta ahora estaba bajo arresto domiciliario-  estuvieron en una autopista frente a la base La Carlota de  Caracas resistiendo junto a unos 70 soldados gases lacrimógenos  de la Guardia Nacional, según testigos de Reuters, que incluso  escucharon un breve pero intenso tiroteo.  

              
‘Hoy las Fuerzas Armadas, los mismos soldados se ponen del  lado de la Constitución, acuden al llamado‘, dijo Guaidó a la  cadena CNN en español desde la autopista cerca de la base.        

     

  
El gobierno dijo que el episodio fue un intento de golpe de  estado por parte de un pequeño grupo de ‘traidores militares‘.           
‘¡Nervios de Acero! He conversado con los Comandantes (...)  del País, quienes me han manifestado su total lealtad al Pueblo,  a la Constitución y a la Patria. Llamo a la máxima movilización  popular para asegurar la victoria de la Paz. ¡Venceremos!‘,  escribió Maduro por Twitter.                 


Después de que Guaidó partió de la autopista, cientos de  manifestantes, muchos encapuchados, lanzaban cócteles molotov y  piedras hacia la base y eran repelidos con descargas de gas  lacrimógeno. Tanquetas arrollaron a varios de ellos en medio del  humo, mientras carros hidrantes intentaban dispersarlos.                

 
Algunos manifestantes derrumbaron un pequeño segmento de la  reja exterior de la base militar y entraron, pero fueron  rechazados por los uniformados.                 


En una aparición televisiva, el ministro de Defensa,  Vladimir Padrino, aseguró que las fuerzas militares seguían  respondiendo al gobierno y estaban en normalidad.    

            
‘Este hecho de violencia que atenta contra la paz y el  sosiego de la ciudadanía por una parte ya ha sido derrotado‘,  dijo rodeado de generales.

                
Temprano el martes, Guaidó había publicado un video en  Twitter en el que apareció flanqueado de militares llamando a  acabar con lo que considera una ‘usurpación‘ del poder por parte  de Maduro, que resultó reelecto en criticados comicios hace casi  un año.                 
‘Hay generales que quieren ponerse del lado de la  Constitución‘, dijo Guaidó a periodistas durante la  manifestación frente a la base, pero no ofreció detalles.                      

           
MOVILIZACIONES DE AMBOS BANDOS    

            
Muchos gobiernos de la comunidad internacional han pedido a  Maduro que abandone el poder, pero el mandatario asegura que  sufre una guerra económica de la derecha con apoyo de Estados  Unidos, al que acusa de querer apropiarse de las riquezas  petroleras del país.  

              
A pesar del descontento de muchos venezolanos con su gestión  ante la turbulencia política y la profunda crisis económica,  Maduro controla a la cúpula militar y a las instituciones.                 


Guaidó, quien al frente del Parlamento desconoció a Maduro  en enero y se proclamó presidente encargado del país con apoyo  de diputados y de decenas de gobiernos, dijo que su llamado está  apegado a la Constitución y defendía la lucha no violenta.      

          
Después de convocar a los venezolanos a salir a las calles,  Guaidó se dirigió a una plaza en el este de Caracas acompañado  de un grupo de militares.                 


‘No soporto más a este gobierno. Estamos cansados. Tengo  miedo, pero más vale morir por la libertad‘, dijo Noris Borges,  una desempleada de 58 años, en la autopista acompañando al líder  opositor.    

                             
MALESTAR EN EL INTERIOR DEL PAÍS 

        
Un video en redes sociales mostró a decenas de venezolanos  ondeando banderas y cantando el himno nacional frente a un  cuartel militar en el estado de Zulia.                 


‘De verdad la situación es complicada. No tenemos medicinas,  mi familia se ha tenido que ir del país‘, señaló Carolina Lobo  desde la ciudad de Valencia, al centro del país donde  uniformados lanzaban gases a manifestantes.                 


En un destacamento de la guardia nacional en Maracaibo,  capital del estado, no había presencia de oficiales.        

        
‘Estamos decididos hoy, si vienen a reprimir, los  enfrentamos‘, señaló Karina Ramírez, de 45 años, en esa ciudad,  que ha sido una de las golpeadas con la falta de luz.                 


En San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia, los  grupos se estaban organizando para manifestar. ‘Hoy estamos  sintiendo que la sangre nos hierve como venezolanos, es ahora o  nunca‘, gritaba Zoraya Lugo, de 60 años, en una concentración.    

            
En otros ciudades como en Punto Fijo realizaban  concentraciones en las cercanías de zonas militares.        

        
Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del gobierno y  jefe de la oficialista Asamblea Constituyente, dijo a las  afueras del Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas, que  se mantendrían en vigilia.                 


‘Aquí no queremos lloriqueos, que cada quien asuma la  responsabilidad que nosotros asumiremos la nuestra‘, agregó el  también icepresidente del partido de gobierno. ‘Hoy lo que han  dado es pena, verguenza‘.              

  
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John  Bolton, respaldó el martes el llamado de apoyo de Guaidó.    

            
‘La FANB debe proteger la Constitución y al pueblo  venezolano. Debe permanecer junto a la Asamblea Nacional y las  instituciones legítimas frente a la usurpación de la democracia.  Estados Unidos está junto al pueblo de Venezuela‘, tuiteó  Bolton, en referencia a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.                 


La mayoría de gobiernos de América Latina apoyó el llamado  de Guaidó a sumar esfuerzos para poner fin a la presidencia de  Maduro, liderados por la OEA y el Grupo de Lima, mientras que  México reiteró la necesidad de buscar una salida pacífica a la  crisis.