Barbijos, control de temperatura y un recorrido por diferentes dispositivos tecnológicos forman parte del regreso a clases en China, donde el operativo realizado por los niños antes de ingresar a la escuela incluye grandes medidas de seguridad sanitaria tras la pandemia de coronavirus.

En momentos en que muchos países europeos prevén reabrir las escuelas, el caso de China, donde la covid-19 casi ha desaparecido, ofrece una visión de cómo se puede organizar la vida escolar después de la pandemia.

Muchos estudiantes chinos ya retomaron los cursos, principalmente los de los últimos años. En Shanghái y Pekín, la vuelta a clases se llevó a cabo a fines de abril.

Se acabó la multitud que se aglutina cada mañana en la entrada principal: en algunos colegios, ahora los alumnos entran uno por uno y su foto aparece en una pantalla grande al mismo tiempo que su temperatura corporal.

Hay bandas adhesivas colocadas en el suelo que materializan las distancias de seguridad. Las mascarillas de protección son obligatorias. Para evitar las reuniones, los almuerzos se llevan directamente al aula.

Se han instalado pantallas plásticas en las mesas del comedor para separar a los jóvenes. Y los carteles los instan a "reducir las interacciones y concentrarse en su comida".

A pesar de esas medidas obligatorias, las autoridades sostienen que era necesario retomar las clases para estos alumnos que estuvieron alejados de su colegio durante tres meses, y forzados hasta entonces a limitarse a la enseñanza a distancia, vía Internet.

Fuente: Ámbito