Con la mirada puesta en salir del centro de la polémica, y pese a que algunos gobiernos, como el de Estados Unidos, creen que el coronavirus surgió en un laboratorio, la ciudad de Wuhan, en el centro de China, anunció que prohibirá la venta de animales salvajes como el murciélago, señalado como origen del brote.

Según lo publicado por la cadena estadounidense CBS, las autoridades tomaron esta decisión tanto para la venta como para el consumo y ofrecieron a los granjeros dinero en efectivo para dejar de criar estas especies. La administración de Wuhan, una ciudad de aproximadamente 11 millones de habitantes que estuvo confinada de manera estricta por más de 70 días, tras registrar los primeros casos de Covid-19 del mundo, hizo el anuncio este jueves.

Asimismo, se canceló todo tipo de caza de animales salvajes dentro de los límites de la ciudad. El gobierno declaró a Wuhan "un santuario de vida silvestre" y sólo habilitará caza autorizada por el gobierno para "investigación científica, regulación de la población, monitoreo de enfermedades epidémicas y otras circunstancias especiales".

No terminaron allí los cambios. Como nueva reglamentación se impusieron también controles sobre la cría de todos los animales salvajes para dejar en claro que ninguno podría ser considerado como alimento. Esta es la primera vez que las autoridades chinas se comprometen con una medida de este tipo para terminar con esta costumbre en el país, denunciada por varias organizaciones internacionales por la falta de controles de salubridad.

Desde el primer momento, uno de los mercados de animales salvajes de esta ciudad central de China fue marcado como el causante de la pandemia. Allí habría tenido lugar el desencadenante del virus que ahora está presente en casi 200 países. Sin embargo, en las últimas semanas el gobierno comunista fue acusado de haber creado el coronavirus en uno de sus laboratorios.