El Organismo Internacional de Energía Atómica confirmó ayer la presencia de yodo radiactivo en alimentos y agua en Fukushima, mientras que el Gobierno de Japón aseguró que hay avances en la carrera por controlar la central nuclear afectada por el terremoto y tsunami del viernes 11.

Los controles realizados sobre los productos agrícolas revelaron altos niveles de radiación en leche de Fukushima y varios tipos de espinacas de la vecina provincia de Ibaraki. Además, fuentes oficiales detectaron yodo radiactivo por encima de los niveles permitidos en el agua corriente de Fukushima.

También se detectaron rastros de yodo radiactivo en el agua corriente de lugares más alejados de la central nuclear, incluida la capital, Tokio, aunque según el Ministerio nipón de Sanidad los niveles están muy por debajo del límite legal permitido.

El ministro portavoz, Yukio Edano, aseguró que los niveles de contaminación detectados no suponen un riesgo sanitario, y aseguró que el impacto de consumir estas verduras durante un año equivaldría al de una radiografía. Pero desde el organismo de la ONU recordaron que si bien el yodo radiactivo tiene una vida corta de cerca de 8 días y luego su radiactividad decae, hay un riesgo a corto plazo para la salud humana si es absorbido por el cuerpo.

Su ingestión puede llevar a una acumulación en el cuerpo y perjudicar a la tiroides, un peligro que afecta sobre todo a los niños y jóvenes. Como medida de prevención, las autoridades japonesas dieron el pasado día 16 la orden de repartir tabletas y jarabe de yodo no radiactivo a la población evacuada de la zona de 20 kilómetros de radio alrededor de la planta. La ingestión de yodo estable puede prevenir la acumulación de yodo radiactivo en la tiroides. Como segunda medida, se estudia prohibir la venta de todos los productos alimenticios provenientes de Fukushima.

Mientras prosiguen las mediciones de radiación en la zona, los esfuerzos por controlar la situación en la central dieron ayer algunos resultados, como el restablecimiento de los sistemas de refrigeración de dos de sus reactores, el 5 y el 6. Además, los operarios consiguieron reconectar hilos reactores a la red eléctrica para poder restaurar los sistemas de refrigeración. De esta manera se espera que hoy la electricidad llegue a los reactores 1 y 2.